Corría el minuto 17 del partido entre el Real Madrid y el Celta, correspondiente a la jornada 37 de La Liga y disputado en el estadio Santiago Bernabéu. El conjunto blanco había logrado adelantarse gracias a un tanto del extremo derecho galés Gareth Bale. Sin embargo, los gallegos apretaban, y en una de sus acometidas logran igualar el marcador. Pero el colegiado Pablo González Fuertes, del comité asturiano, anuló el tanto. Las cámaras mostraron el porqué, y dieron la razón al árbitro.

Y es que cuando el delantero argentino Lucas Boyé disparaba, el balón rebotaba en el centrocampista danés Daniel Wass, desviando así el tiro e introduciéndose en la portería del costarricense Keylor Navas. La ilegalidad de la acción radica en que Wass se encontraba en fuera de juego cuando tocó el esférico, por lo que el tanto fue correctamente anulado.

Por si fuera poco, en esa misma jugada los futbolistas del Celta reclamaron penalti del centrocampista defensivo brasileño Casemiro. Sin embargo, nuevamente las imágenes posteriores demostraron que no hay pena máxima en la entrada del exjugador del Sao Paulo y el Oporto.

El partido se fue al descanso con 3-0 gracias a otro tanto de Bale, esta vez de muy bella factura, y de un gol del mediapunta malagueño Isco, quien fue el encargado de sentenciar la primera parte con otro auténtico golazo, disparando desde el pico del área e introduciendo el balón por toda la escuadra.

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