Alrededor de unas 1.000 personas se han quedado atrapadas en Liverpool. El motivo, la cancelación de hasta cuatro vuelos directos a Kiev debido a la inestabilidad por localizar una franja horaria idónea para llevar a cabo los aterrizajes pertinentes en el Aeropuerto Boryspil de Kiev. 

Esta información ha sido ofrecida en un primer momento por el portal especializado World Choice Sports y de las que se ha hecho eco a posteriori The Times. Un contratiempo a menos de 48 horas para la disputa de la final. Todo parece indicar a que es el tamaño de las aeronaves que iban a hacer efectivo el traslado uno de los motivos por los que las autoridades del aeropuerto ucraniano habrían decidido declinar el viaje. Lo que está claro es que no deja de ser un lío más a los muchos que se han venido sucediendo a lo largo de los días desde que prácticamente se conociera la designación de Kiev como sede de la final de la Champions League de este año.

Los problemas con las entradas y el alojamiento también han sido un verdadero quebradero de cabeza para los aficionados. La enorme carestía de las entradas, así como las polémicas cancelaciones de las reservas de hoteles para revender las mismas a un precio infinitamente superior al establecido, han encendido los ánimos de los seguidores que claman contra la poca empatía y humanidad de la UEFA

DISTURBIOS Y VIOLENCIA

Por el momento, los aficionados ingleses son los que más están sufriendo una sarta de infortunios y casualidades. En la madrugada del jueves al viernes, un grupo de encapuchados entraban en un restaurante céntrico de la capital ucraniana y la emprendían a golpes contra los seguidores ingleses. 

Mientras tanto, los jugadores del Liverpool y del Real Madrid permanecen aislados y fuertemente custodiados en sus respectivos hoteles de concentración. Un enorme dispositivo de seguridad en torno al equipo español formado por un doble cinturón de agentes de policía ya se ha podido ver en estos días previos.

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