Jürgen Klopp no da sorpresas. El técnico alemán va con todo a por la máxima competición continental y es perfectamente consciente de que los experimentos en estas situaciones no son una opción recomendable. Sus descartes son los esperados. El nivel de los titulares del conjunto red ha privado de cualquier opción a sus compañeros, que han tenido que ver buena parte de la temporada desde el banquillo o la grada.
El jugador que partía con más opciones de entrar en la convocatoria era Danny Ings, delantero que dispuso de minutos en varios encuentros de la presente edición de Champions. Sin embargo, Salah, Mané y Firmino le han cerrado la puerta. El tridente ofensivo es indiscutible para Klopp y, salvo contratiempo, no dejarán el terreno de juego. En caso de lesión, sería Solanke el elegido para sustituirles. Los otro cinco descartes, que tendrán que resignarse y presenciar el choque en las gradas del Olímpico de Kiev, serán: Phillips, Jones, Ward, Woodburn y Camacho.
VERTICALIDAD VS CONTROL
Los reds tendrán ante sí la oportunidad de proclamarse campeones por sexta vez en su historia y arrebatarle al Real Madrid la hegemonía europea, que ostenta desde la temporada 2015/2016. Los blancos saldrán con un once donde destaca la presencia de cuatro centrocampistas, para controlar el ritmo del partido, mientras que los de Merseyside lo harán con una alineación plagada de velocistas, para poder lograr esa verticalidad que tantos resultados le ha dado en lo que va de temporada. El duelo promete. La contienda está a punto de comenzar.