Pasarán años, lustros y décadas, y Brasil no habrá conseguido olvidar la humillación que sufrió en su propia casa. En el estadio Mineirao, ante toda la parroquia verdeamarela, la Canarinha fue goleada en semifinales del Mundial 2014 y se quedó a las puertas de alcanzar la gloria. Aquel 7-1 será, para siempre, una mancha en la impecable historia de una selección pentacampeona del mundo que ya sufrió el 'maracanazo' a mediados del S. XX. Un mazazo de dimensiones similares al de hace cuatro años.

Ahora, a falta de nueve días para que comience el próximo Mundial de Rusia, la gran derrotada en aquella noche de julio ha querido tener un bonito gesto con la Mannschaft y le ha regalado una de las dos porterías sobre las que Müller, Klose, Kroos, Khedira y Schürrle anotaron sus goles. 

LA HISTORIA NO SE PUEDE MODIFICAR

La gerente de relaciones institucionales del estadio, Ludmila Ximenes, ha manifestado durante el acto de entrega: "Lamentablemente no podemos cambiar la historia, pero en relación con este partido encontramos una forma de beneficiar a personas de todo el país con recursos recolectados en Alemania que serán dirigidos al 100 por ciento a proyectos sociales en Brasil".

UN RECUERDO DE UN DÍA HISTÓRICO

La portería será expuesta en el museo de la Federación Alemana de Fútbol, y la red será fraccionada en 8.150 pedazos, que se podrán adquirir previo pago de 71 euros ya que la iniciativa tiene como fin recaudar cerca de medio millón de euros para poder llevar a cabo numerosos proyectos.