El pasado sábado, Luis Rubiales hacía público un nuevo escándalo en la Federación. El flamante presidente desveló que el su antecesor contrató un viaje de dos millones de euros. Un hecho que puso en peligro las primas para el Mundial destinadas a los jugadores. 

Tras una de las eras más oscuras para la RFEF, Luis Rubiales quiere desmarcarse tanto de Ángel María Villar como de Juan Luis Larrea y mostrarse como un presidente transparente. Así lo ha expresado este martes en declaraciones a los medios de comunicación. El máximo mandatario de la Federación ha reconocido que no se arrepiente de haber sacado a la luz el escándalo de los viajes del expresidente. "No tengo que matizar ni una palabra" porque "había una comunicación pactada y preguntamos". 

LA CANCELACIÓN NO ERA IMPOSIBLE

Según ha desvelado Luis Rubiales, el expresidente de la RFEF le aseguró "que el viaje no se puede cancelar", pese a anunciar este martes la anulación del mismo. "Se ha podido hacer tras lo que dijimos", certifica Rubiales. A su vez, ha matizado que "se han hecho otros de un coste de unos 120.000 euros para el partido ante Portugal". No serán los únicos, pues ha informado de que se está valorando "otras cosas" como, por ejemplo, invitar a medios de comunicación o al equipo paralímpico e incluso también al femenino. 

Rubiales confirma que "el segundo viaje sería de 400.000 euros" y anuncia que el que dio la orden del viaje del despilfarro "está bajo auditoría". Además, ha señalado que "está en las actas y no se votó en la Junta". 

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