Más de una semana después de la dimisión de Zinedine Zidane, el Real Madrid continúa sin cerrar al próximo entrenador del equipo blanco. En la entidad merengue se han recibido multitud de ofrecimientos y un buen número han estado presentes en el proceso de selección. Aún no hay un técnico confirmado, pero sí un perfil muy determinado que es el que desean tanto Florentino Pérez como José Ángel Sánchez. 

EXPERIENCIA, AUTORIDAD Y EQUILIBRIO DE FUERZAS

La primera característica que debe tener el sucesor de Zidane es que debe ser un técnico con varios años en la élite y, a poder ser, ganador. La dificultad de la situación actual no invita a hacer pruebas o a apostar por un entrenador de la cantera que no haya gestionado un vestuario con estrellas. En el Madrid se quiere que el nuevo inquilino del banquillo sea experto en la gestión de grupos. 

El conjunto merengue viene de ganar tres Champions consecutivas y por ello se requiere a un entrenador que sea respetado por los jugadores. El nuevo míster debe ser bien visto por la plantilla y que tenga una voz autorizada ante un conjunto campeón. Es una de las características claves y quizá la más difícil de encontrar.

Tampoco se busca un técnico de los llamados de mano dura, sino uno que sepa alternar la comprensión con los jugadores y mantenerse con firmeza en su puesto. Un equilibrio digno del Circo del Sol, pero adaptado al fútbol. 

Dentro de todo el elenco de entrenadores, Pochettino era el favorito y el que mejor se ajustaba a esta búsqueda. Sin embargo, las dificultades que está poniendo el Tottenham han provocado que el cásting se alargue en el tiempo. Otros candidatos como Klopp o Allegri son opciones también imposibles, por lo que el Real Madrid ha comenzado a trabajar y estudiar esa opción sorpresa que mantiene en secreto hasta el momento.