No será recordado este Mundial por ser un torneo de grandes diferencias. Cuesta encontrar un equipo que haya podido pasarle por encima a su rival, por mucho nombre y mucha historia que le respalden. Que se lo digan a Argentina, que está prácticamente eliminada, o a Alemania, que cayó derrotada en su debut ante México. Las distancias son muy cortas entre todos los equipos participantes. También con la pentacampeona del mundo.

Brasil tampoco pudo vencer en su primer partido y ante los 'ticos' tenía la obligación de sumar, y vencer, para no pasar apuros. Y lo ha conseguido, aunque no sin sufrimiento. El gol de Coutinho, en el descuento, supuso un respiro para Tite y sus pupilos, que habían caído en la encerrona de Costa Rica. La canarinha se topó con un planteamiento muy similar al de Suiza en la primera jornada, y un gran Keylor Navas, que desbarató todas las ocasiones del combinado verdeamarela, hasta el descuento. Los costarricenses, que ya están fuera matemáticamente, jugaron con dureza y acabaron desquiciando a un Neymar que tuvo su gol en el 97' y no pudo contener las lágrimas.

BRASIL SIGUE SIN ARRANCAR

Una de las principales favoritas para levantar la Copa del Mundo, el próximo 15 de julio, continúa sin demostrar que, efectivamente, es uno de los equipos más fuertes de la competición. La alegría y el descaro que tanto caracterizan a los brasileños todavía no han hecho acto de presencia en Rusia. Tan solo se ven destellos de su verdadero potencial. Necesitan soltarse. Sacudirse la presión y sacar a relucir todo el arsenal ofensivo que tienen en sus filas.