En los últimos años, el Real Madrid ha cambiado radicalmente su estrategia de fichajes para apostar por jóvenes promesas. Las dos grandes apuestas han sido los brasileños Vinicius y Rodrygo por quienes ha pagado 90 millones entre los dos. La leyenda madridista y de la selección holandesa, Clarence Seedorf ha señalado que ninguno de ellos van a jugar en el club blanco y que, en todo caso, saldrán a madurar fuera -para no volver-. Pero, ambos -junto a Lunin y los que vengan- tienen razones para soñar.

LA NUEVA ESTRATEGIA DEL MADRID

El Real Madrid va en serio con su nueva estrategia. Sabe que fichar estrellas consagradas es cada vez más complicado y en los años venideros la amenaza de los jeques irá en aumento. Salvo casos aislados -como puede ser Neymar este verano-, el futuro del Real Madrid pasa por los jugadores salidos de la cantera y fichados cuando eran jóvenes como los casos de Vinicius y Rodrygo.

Además, el esfuerzo económico que el club ha realizado por ellos es suficiente como para que el Real Madrid trabaje para convertirlos en las estrellas del futuro.

QUEDARSE PARA TRIUNFAR

Asensio es el ejemplo a seguir para los chicos que vengan. Llegó con apenas un año de experiencia en Primera y sin el cartel de estrella como en caso de los brasileños. Llegó con pocas posibilidades y en el escalafón más bajo de la plantilla. Creció por sus medios para establecerse como la mayor apuesta blanca y como un serio aspirante al once titular.

Vinicius, sin ir más lejos, puede seguir los pasos de Asensio. Una vez que su vuelta a Brasil está descartada, tiene muchas posibilidades de quedarse en el primer equipo esta misma temporada.

SALIR PARA VOLVER

En los últimos años, en el Real Madrid se han visto cada vez más casos de jugadores que, sin estar consagrados -como dice Seedorf-, han ido escalando en el Real Madrid hasta asentarse. Algunos han tenido que salir pero han vuelto por la puerta grande.

Casos como Casemiro o Carvajal solo necesitaron un año fuera para convertirse en alguien fundamental en el Real Madrid. Ahora, Lunin podía seguir sus pasos, mientras que para otros jugadores como Odegaard o Valverde, las puertas del Real Madrid no están para nada cerradas.