Querido Cristiano,
Ya te has ido y aún el madridismo permanece incrédulo a tu decisión de abandonar el que ha sido el club de tu vida. Llegaste como el mejor jugador del mundo y te vas como una leyenda, pero has elegido la peor despedida posible. Has quitado al aficionado la posibilidad de darte un adiós en el Santiago Bernabéu, que siempre será tu casa, y vestido de blanco por última vez. Aunque en realidad es que ni ese acto hubiera servido para cerrar la herida que dejas abierta en el corazón de todos los seguidores del Real Madrid.
Se suele decir que nunca existe una despedida perfecta. Y es verdad, Cristiano, pero qué mal lo has hecho todo. Empezando por tus palabras sobre el césped de Kiev y que amargó la noche a los madridistas a pesar de haber ganado La Decimotercera. ¿Por qué? ¿Qué necesidad tenías de salir del Real Madrid a tus 33 años y tras nueve temporadas en la que habías conquistado para siempre a la hinchada más exigente del mundo?
La vida sigue, y más en el Real Madrid que es mejor club de la historia, pero comprende que este duelo llevará tiempo superarlo. Tú, el mejor del mundo, no tenías ninguna necesidad de abandonar este equipo con el que has logrado cuatro Champions. ¿Qué te va a dar la Juventus que no tuvieras aquí en España? Pierdes tú más que nadie y, por ello, es imposible agradecerte los servicios prestados sin reprocharte, al menos un poco, tus últimos meses.
Y tras la reprimenda, dolorosa como la de un/a novio/a despechado/a, solo se te puede decir: gracias. Por todo lo que has dado por esta camiseta y cómo has representado este escudo a lo largo y ancho de toda Europa. Por tu hambre insaciable y por tus goles que ya son parte de la historia del Real Madrid. Se va el mejor, porque lo eres y ningún madridista te quitará ese reconocimiento ahora, pero tu huella es imborrable.
El Real Madrid ha cumplido con tu deseo de abandonar el equipo y ha facilitado tu salida. Un reconocimiento a tu trayectoria y un hecho más que generoso con tu persona. Lo cierto es que nadie debe permanecer en el mejor club del mundo contra su voluntad, ni tan siquiera tú. Ahora eres libre para comenzar una nueva etapa en la Juventus, pero, con la máxima sinceridad, te digo que te arrepentirás. No será dentro de una semana ni de un mes, pero, cuando ese fuego repentino con el conjunto italiano se apague, mirarás a Madrid y añorarás aquellas noches mágicas en el Santiago Bernabéu.
Eres parte de la historia del fútbol, pero más aún del Real Madrid. Eres leyenda y el Di Stéfano del siglo XXI, y como tal se te comenzará a recordar cuando esta amargura que el madridismo lleva dentro se pase. El tiempo todo lo cura, incluso tu infidelidad. Porque quieras o no, Cristiano, permanecerás casado con esta camiseta blanca por los siglos de los siglos.
Nos dueles, Cristiano, pero gracias y mucha suerte. Avanti y sigue tu camino que el Real Madrid hará lo propio.