Otro capítulo nefasto en la historia del Barcelona. El conjunto romano había llegado a un acuerdo con el Girondins de Burdeos para hacerse con los servicios del jugador brasileño por 35 millones. Este pasado lunes estaba pendiente la llegada del extremo a su nueva ciudad, donde había esperando alrededor de 50 aficionados de su nuevo equipo. Pero a última hora todo dio un vuelco. El conjunto francés se echaba atrás en las negociaciones. El Barcelona se había interpuesto en las negociaciones, además de ofrecer más dinero para tratar de convencer al jugador. 

La Roma había dado por cerrada la negociación que unía al jugador brasileño a la entidad italiana. A falta del reconocimiento médico, Malcom iba a ser jugador de la Roma. El Barcelona, que no había logrado convencer al Chelsea para hacerse con Willian, intervino para hacerse con el jugador del Burdeos. De esa forma, el conjunto francés anuló las conversaciones con el conjunto romano, que veía una gran fuente de ingresos si las negociaciones se realizaban con el club catalán. Malcom no pudo coger el avión y por lo tanto, de momento, no es jugador de la Roma. 

LOS AFICIONADOS DE LA ROMA, COLGADOS

Alrededor de 50 aficionados estuvieron presentes en el aeropuerto para esperar la llegada del que iba ser su nuevo ídolo. Ahora se tendrá que ver si Malcom cumple con su palabra y acaba jugando en Italia o por el contrario decide fichar por el Barcelona y dejar tirado a su posible nuevo club.