El Real Madrid ha comenzado una nueva etapa. Zinedine Zidane anunció su adiós y, casi un mes después, Cristiano Ronaldo hizo lo propio. Los blancos perdían a dos pilares fundamentales. Dos hombres que han sido vitales en los triunfos de un equipo hegemónico. Pero no solo el conjunto merengue vive una nueva era. También Karim Benzema se encuentra en una situación totalmente nueva para él desde que se enfundó por primera vez la zamarra madridista.
Tanto el francés como el portugués eran dos grandes apoyos para el '9'. Además, con la marcha de Cristiano a la Juventus, Benzema ha subido un escalafón en el organigrama de la plantilla. El galo heredera el brazalete de capitán, como tercero en discordia tras Sergio Ramos y Marcelo. Un poder que conlleva una gran responsabilidad y ya la está cumpliendo en estas primeras semanas de regreso al trabajo en Valdebebas.
La madurez de Benzema
El francés siempre se ha caracterizado por ser un futbolista que jamás dice una palabra más alta que la otra. Es consciente de que este año es vital para él, pues tiene que demostrar la madurez que requiere la capitanía y, además, convencer al madridismo y a Lopetegui que puede ser un pilar fundamental para este nuevo Real Madrid tras un curso bastante mejorable.
Es consciente de ello y por esa razón se ha puesto el mono de trabajo para esforzarse y "seguir haciendo más historia con el club". Así lo ha declarado ante las cámaras de Realmadrid TV, demostrando que está preparado para este nuevo reto que se le presenta y unos galones que, pese a su veteranía en el equipo, desconocía hasta el momento.
Pendiente de los jóvenes
Benzema ha estado presente en los primeros entrenamientos al no asistir al Mundial de Rusia y está ejerciendo de veterano y haciendo valer la condición de tercer capitán. Por ello, en las sesiones presta especial atención y está muy pendiente de los nuevos jugadores que han recalado en el club, como Vinicius, para meterles en la dinámica de la plantilla y hacerles sentir como en casa desde el momento en que pisan la Ciudad Real Madrid.
Sabe lo que significa portar el brazalete de capitán, aunque sólo sea tercero en el actual escalafón madridista tras la salida de Cristiano. Es consciente que tiene que alcanzar un nivel de responsabilidad mayor que el que asumía hasta este momento y, por ello, se observa la versión más juiciosa y madura de un jugador que está obligado a dar el do de pecho en este curso que va a empezar.
Oídos sordos a los rumores
El galo ha sufrido un juicio constante desde que llegó al Santiago Bernabéu. Siempre se le ha valorado con una vara de medir diferente a la de sus compañeros y eso le ha llevado a pasar momentos complicados a los que ha sabido sobreponerse. Este año se antoja una situación similar. Tras la mediocre temporada pasada, los rumores sobre su salida se han disparado y, además, sazonados con posibles fichajes para disputarle el puesto.
Sin embargo, pese a ello, Karim Benzema ha hecho caso omiso y sigue un camino que pretende llevarle a hacer más historia en el club de sus amores. El galo se queda en la plantilla y lo hará con trabajo, tal y como ha confesado recientemente.
Un paso hacia la madurez de un jugador con una técnica exquisita y un talento innato para este deporte, aunque siempre se le ha criticado por su falta de gol, algo a lo que quiere poner fin este mismo curso. Comienza el año en el que Benzema quiere dar un golpe sobre la mesa de una vez por todas.
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