El PSG rompió el mercado el pasado verano para hacerse con dos de los jugadores del momento. Neymar cambiaba Barcelona por París a cambio de 222 millones y Mbappé hacía lo mismo desde Mónaco cedido un año con una opción de compra de 180 'kilos'. Tras una temporada y un Mundial parece que el brasileño ya no es el crack indiscutible y que el francés tras ser campeón del mundo gana enteros para ser el jugador insignia.

Desde el club la visión sigue siendo la misma, quieren proteger al delantero de 19 años de la presión por ser el mejor para que así pueda seguir con su formación y no cortar su desarrollo ya que su futuro y también presente es prometedor. Prueba de ello son las palabras que le dedican compañeros como el capitán Thiago Silva, que alaba su gran actuación la temporada pasada y su gran Mundial.

Este trabajo del club para seguir dando al astro brasileño el estatus de estrella, también lo está siguiendo el nuevo '7'. A su regreso, Kylian subió una foto junto a Neymar en la que el mensaje era una bandera de Brasil junto a una corona. Desde Francia ven estos detalles como gestos de madurez y humildad por parte del joven futbolista.

No rivalizar con el jugador más caro de la historia es algo que lleva haciendo desde que llegó. Algo que facilita las cosas al técnico parisino, desde su llegada arranca los partidos desde la banda derecha debido a las preferencias del brasileño de jugar en la izquierda, puesto en el que Mbappé actuaba en el Mónaco.

A pesar de los esfuerzos desde las oficinas del conjunto parisino para que el '10' sea el ídolo, son muchos los que prefieren ya al ex del conjunto del Principado. Los aficionados prefieren muchas veces tener ídolos locales y ahí encaja a la perfección el último Golden Boy, ya que el conjunto parisino anda escaso de este tipo de jugadores desde hace algunas temporadas.