El esperado debut oficial de Vinicius en España se ha consumado este domingo. Sin embargo, no ha sido en el primer equipo del Real Madrid como se esperaba sino en el Castilla. El brasileño formó parte del once titular del máximo filial merengue y sumó hasta 73 minutos de juego a pesar de no haber podido entrenar lo suficiente con Solari y los canteranos.

Esa escasa presencia fue suficiente para convencer y dejar un gran sabor de boca de lo que puede ser en las próximas jornadas. Vinicius es una apuesta acertada del Real Madrid y la gestión de su desarrollo debe ser delicada y con paciencia, sin añadir una presión adicional que rompa su buen rendimiento en estos meses.

Por ello, Julen Lopetegui ha tomado la decisión de dejarle como un jugador del Castilla que estará disponible para los partidos del primer equipo cuando se le necesite. En los encuentros en los que no vaya a jugar, el ex del Flamengo cambiará al Castilla para disputar los encuentros de la Segunda División B. La decisión está tomada y, aunque muchos lo vean como una forma de degradar al jugador, tener presencia en el Castilla le beneficia claramente.

Gestión de la presión

Vinicius ya ha debutado tanto en el Real Madrid como en el Castilla. Aunque con el primer equipo no lo ha hecho de forma oficial, los rivales que ha tenido delante siempre que se ha vestido con la elástica blanca han sido de gran nivel. Su primera aparición fue ante el United y dejando alguna que otra acción individual destacada.

Tras la pretemporada con el equipo de Lopetegui, y sin haberse dejado achantar por la presión de rivales y medios de comunicación, Vinicius reapareció con el Castilla. La máxima atención que concentraba tampoco fue suficiente como para echarle atrás y se mostró igual de atrevido y combinativo que en la gira por Estados Unidos.

La dureza de la Segunda B

Si por algo se caracteriza dicha categoría es por su dureza y veteranía. En Segunda División B se mezclan equipos con medias de edad superiores a los 28 años y otros, normalmente filiales de los principales clubes españoles, que tienen como máxima mostrar una plantilla joven y renovada.

Además, se puede ver un juego más duro y de velocidad constantes, sin parones y posesiones fáciles de mantener. A sus 18 años, y sin apenas conocimiento de las ligas fuera de Brasil, Vinicius tendrá ese recorrido ganado. El ejemplo más claro de la dificultad de la categoría está en la Copa del Rey, cuando más de un equipo ha conseguido dar la sorpresa en las respectivas eliminatorias.

Facilidad de adaptación

Las capacidades que desarrollará Vinicius con el intercambio de categoría será notable. No es nada fácil cambiar de equipo y bien lo saben los nuevos fichajes. Y algo similar tendrá que vivir el brasileño cuando se prepare con Lopetegui y cuando lo haga con Santiago Solari.

Esa diferencia de estilo de un equipo a otro le ayudará a conocer más situaciones en el terreno de juego y, por ende, encontrar una solución más rápida. Es decir, le otorgará una experiencia más que notable que también ayudará al jugador cuando juegue contra equipos extranjeros.

Una progresión sin frenos

El delantero está preparado para jugar en Primera División, pero no es bueno que se le presione en un equipo de la talla del Real Madrid. Como cualquier jugador del primer equipo podría estar en el banquillo en alguna ocasión y esa falta de minutos podría pasarle factura.

Lo que no quieren en el club ni en el cuerpo técnico es que Vinicius pierda el ritmo. Se debe adaptar al fútbol europeo y dejarle fuera en alguna ocasión, con tan solo 18 años, sería negativo para su crecimiento. Con la medida tomada, siempre contará con minutos ya sea en Primera o en Segunda B.