Michael Owen fue uno de los jugadores más destacados del fútbol inglés de comienzos del presente siglo. Se dio a conocer en el Liverpool y de ahí dio el salto al Real Madrid, donde no pudo brillar y apenas estuvo un año. Las lesiones lastraron su carrera y ahora ha hablado del drama que tuvo que soportar.
"Cuando me lesioné los aductores por primera vez, se acabó todo para mí. Cambié mi forma de jugar y ya no fui el mismo. En los seis o siete últimos años de mi carrera me transformé. Me horrorizaba la posibilidad de chuta cuando tenía espacios. Sabía que me había roto el aductor", dijo recordando el momento más duro de toda su carrera deportiva.
Su trauma dentro del campo
"Y lo peor es que mis instintos me decían que hiciera lo de siempre. Nací para ser futbolista. Y, en cambio, recuerdo que cuando McManaman cogía el balón y me la podía pasar en profundidad, pensé 'no, no lo hagas por favor, pásamela en corto'", continuó.
"Lo perdí todo. Y durante esos seis o siete años odié el fútbol. No veía el momento de retirarme, porque el que estaba en el campo no era yo. Y lo peor es que luego entré en un estado mental en el que ni siquiera estaba en condiciones de chutar. Y entonces me escondía, me metía en zonas del campo donde no estaba nunca", concluyó el mítico delantero.