Una de esas historias que parecen ser imposibles. En 2003 la carrera de Cristiano Ronaldo pudo cambiar radicalmente. El Parma, conjunto italiano, estaba dispuesto a fichar al jugador tasado en 13 millones. Pero debido a una fuerte crisis financiera de Parmalat, el fichaje de Cristiano no pudo concretarse. Finalmente el delantero portugués acabó fichando por el Manchester United, en gran medida por el interés que mostró Alex Ferguson. 

El Sporting de Lisboa exigió 12,5 millones para realizar el fichaje del jugador luso. El Parma respondió oficialmente que estaba dispuesto a pagar 10 'kilos'. Pero las negociaciones fueron bloqueadas ya que el dinero obtenido de la venta de Mutu al Chelsea tuvo que ingresar a la caja fuerte de la compañía para cancelar un "agujero financiero" que pronto se convertiría en un abismo. 

Durante la inauguración del estadio Alvalade, el club italiano tuvo la oportunidad de ver a los jugadores portugueses que participaron en el choque amistoso entre el Sporting de Lisboa y el Manchester United. Cesaro Prandelli, entrenador en esos momentos del club trasalpino pidió el fichaje de Cristiano nada más ver el partido: "Debe tomarse de inmediato". Ya que para él quedo claro que era "un fenómeno". Los dueños del equipo no aceptaron su petición.

 El último intento de fichar al '7'

Prandelli no tiró la toalla, y cuatro días antes de fichar por el United, mandaron una oferta de 11 millones que provocó que el conjunto de Ferguson acabara fichando al jugador por 15 'kilos'. El Parma perdió a uno de los mejores jugadores de la historia, pero todo cambio poco después tras unos meses, en finales de diciembre de 2003, cuando Parmalat quebró tras una deuda de 15.000 millones y Calisto Tanzi, su principal dirigente y fundador, terminó en la cárcel.