El Real Madrid ha comenzado por todo lo alto la temporada. Tres partidos, tres triunfos y un juego excelente. Han disipado todas las dudas que había sobre el equipo y, una vez más, es el gran favorito a todos los títulos que se ponen en juego esta temporada. Una máxima que tiene que ser inamovible en cada proyecto del Madrid.

Julen Lopetegui no lo tenía nada fácil. Le presionaba la exitosa etapa de Zidane, donde se ganaron tres Champions consecutivas y una Liga entre otros muchos títulos. Además, veía como Cristiano Ronaldo, el mejor jugador del mundo y uno de los grandes en la historia del Madrid, salía hacia la Juventus para empezar una nueva vida deportiva.

Con todo eso ha podido y, además, pese al pinchazo en la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid. En ese encuentro se fue claramente superior al rival, pero los errores en defensa y la falta de puntería acabaron por castigar a un Real Madrid que decía adiós al primer título de la temporada.

Pero con el inicio de Liga, y después de esos tres grandes triunfos, el Real Madrid de Lopetegui ha quedado dibujado a la perfección. El estilo, los objetivos en el campo, cada movimiento en el banquillo y en el césped. Todo lleva una táctica determinada y los datos así lo demuestran.

La posesión es del Madrid

En ninguno de los tres partidos el Madrid ha perdido la posesión ante el rival. Por ir más allá, en todos se ha dado un verdadero baño en este apartado. Y eso que Lopetegui siempre ha dejado claro que la posesión no vale los tres puntos ni da los títulos, pero remarcando que quiere llevar la iniciativa.

Contra el Getafe se debutó a lo grande: 78% de posesión y recibiendo un tiro a portería en el tiempo de descuento. Pese al mal comienzo en Gerona, el cuadro catalán sucumbió: 66% de posesión. Y la guinda llegó antes del parón de selecciones: el Leganés vio un 77% de posesión del Madrid.

Una defensa férrea

El Real Madrid tiene una de las líneas defensivas más notables de todo el mundo. Carvajal y Marcelo, dos de los mejores jugadores del planeta por sus bandas. En el centro, un Sergio Ramos que lleva mucho tiempo liderando en su puesto y un Varane que crece como nunca. A ellos se suma Nacho, el multiusos por excelencia, y los nuevos: Odriozola, Vallejo y Reguilón.

De momento, los que han jugado, lo han hecho de la mejor manera posible. Contando con la ayuda de otros como Casemiro o Kroos en el centro, el Real Madrid solo ha encajado dos goles en toda la competición. Uno ante el Girona y otro ante el Leganés -este de penalti-.

El potencial ofensivo

La salida de Cristiano Ronaldo parecía poner en jaque al Real Madrid. El mejor delantero, el mejor jugador y uno de los futbolistas con más liderazgo. Se iba el hombre por referencia de las últimas Champions y dejaba a un Bale y Benzema que, pese a su buen final de temporada, no habían pasado por su mejor momento.

Pero con Lopetegui su rendimiento no ha hecho más que aumentar. La BBA ha hecho olvidar a la BBC por completo. 9 goles anotados en los tres primeros partidos y alguno más que se escapó por los errores arbitrales en los penaltis. 

El uso de revulsivos

Lopetegui ha instaurado la meritocracia. Solo los jugadores que vivan un gran estado de forma podrán contar con minutos en su esquema. Y así se ha podido comprobar en estos encuentros donde la plantilla, sobre todo los internacionales, no llegaban con el ritmo necesario.

El técnico vasco ha dado entrada a Ceballos, un jugador que apenas empleó Zidane el curso pasado. Esos minutos le han servido para ir con la Selección, lo que da la razón a Lopetegui y muestra el cierto de su rotación. Además, también se ha podido ver a Modric en el banquillo. El croata no estaba bien físicamente y el técnico no arriesgó con él. El último ejemplo se vivió con Marcelo. Un cambio en pleno partido que sorprendió a muchos salvo al técnico.