El exportero internacional alemán, Tim Wiese puede no ser muy conocido para la mayor parte del aficionado del planeta fútbol, sin embargo, esto pudo dar un giro inesperado cuando un técnico madridista se interesó por él. Su buen nivel en varias temporadas en Alemania con gran experiencia en equipos como Werder Bremen y Hoffenheim, estuvo a punto de firmar por el Real Madrid cuando José Mourinho dirigía al conjunto blanco. 

El arquero alemán explico la situación en Sport1, donde confirmaba que fue precisamente el técnico portugués quien tuvo la iniciativa de llamar por teléfono a Wiese para convencerlo de que se uniera a su plantilla, actualmente militaba en el Bremen. Afirmó que "no fue solo un rumor como muchos pensaron. José Mourinho me telefoneó y quiso llevarme al Real Madrid".

Al parecer, no solo fue el entrenador luso el que quería a Wiese en las filas blancas. Tal y como explicó Wiese, dos de sus compañeros en la selección alemana trataron de insistir para que firmase por el Real Madrid. Eran Khedira y Özil, que incluso se atrevieron a comentar era mejor portero que Casillas, el guardameta titular del conjunto blanco por aquel entonces, tal y como lo confirmo el protagonista: "¿Qué estás haciendo? Ven con nosotros, eres mejor que Casillas".

Casillas cambió los planes de la incorporación 

A pesar de que los rumores se iban intensificando, explicó en Sport1, que Casillas tuvo mucho que ver en su decisión. "Después del Mundial estaba en la mejor etapa de mi carrera", confirmó Wiese, quien decidió seguir disfrutando del fútbol al más alto nivel y no ser suplente. Esa circunstancia le llevó a firmar por el Hoffenheim. "Ese fue el mayor error en mi carrera en retrospectiva, pero una batalla con Casillas hubiera sido casi imposible", concluyó el alemán.

Una decisión que se volvió en su contra poco después, ya que el propio Wiese afirmó haberse arrepentido por ello: "Lamenté amargamente la decisión del Real Madrid, a más tardar, después del partido de Copa con el Hoffenheim en la primera ronda contra el AK de Berlín. Cuando perdimos 0-4, entonces pensé: ¡mierda!".