Bonito partido el que se está viendo en el estadio Santiago Bernabéu. El Real Madrid y el Atlético de Madrid están disputando un partido en el que las defensas se están imponiendo sobre los ataques y en el que a penas hay ocasiones de gol. Y las que está habiendo son gracias a grandes jugadas individuales o por fallos. Una de las mejores para el equipo blanco ha llegado de esto último. 

El conjunto merengue perdió la posesión del balón y la pelota le llegó a los pies de Oblak. El portero esloveno quiso jugar con un compañero y el pase lo interceptó Asensio con la suerte de que el esférico le volvió al rojiblanco. El mallorquín siguió corriendo y fue a presionar al guardameta colchonero y a punto estuvo de conseguir el premio.

Oblak se libró de una buena ya que la jugada se produjo en los últimos minutos de la primera parte y podría haber sido un gol, de los llamados, psicológicos. Además, hubiese sido la jugada tonta de la jornada y habría acaparado todos los titulares de la semana.

Esta jugada recuerda y mucho a la que se vio en la última final de la Champions League que se disputó en Kiev y que acabó en el primer tanto del partido. Karius cogió el balón con las manos y se la fue a pasar a un compañero. En ese momento, Benzema fue a presionarle, metió el pie derecho e interceptó el pase. La pelota salió con dirección hacia la portería y terminó entrando con suspense. 

Ese gol adelantó al Real Madrid en una final que terminó ganando y levantando La Decimotercera. Oblak se ha librado este sábado de haber protagonizado un nuevo episodio Karius que le podría haber costado la derrota a su equipo en el derbi madrileño. El resultado al descanso fue de 0-0.