El partido ante el Levante se le puso muy cuesta arriba al Real Madrid desde el inicio con un tempranero gol de Morales. tras un inexplicable error del fiable Raphaël Varane. Después, el conjunto granota puso tierra de por medio en el marcador con un gol de Roger y a punto estuvieron de dar el campanazo con el tercero que fue anulado por fuera de juego.

El Real Madrid se iba al descanso con un 0-2 en el marcador y el runrún en el Santiago Bernabéu se hacía latente. Julen Lopetegui decidía cambiar una de sus cartas tras el descanso. Antes de que Cuadra Fernández pitase el inicio de la segunda mitad, Gareth Bale ingresaba en el terreno de juego. El extremo galés entraba al partido en lugar de Odriozola.

Cambio ofensivo de un Lopetegui que ha preferido mantener en el terreno de juego a Lucas Vázquez, de perfil más atacante que el lateral puro vasco, aunque el '17' blanco también puede hacer las veces de defensa por el flanco diestro. Lucas comenzó a hacer las veces más de carrilero que de zaguero en sí y el Madrid dio inicio a un nuevo partido prácticamente con tres futbolistas en defensa, ya que Marcelo también se sumó al ataque casi por completo.

Adiós a las molestias

Gareth Bale regresaba a los terrenos de juego después de no jugar con Gales ante España durante el parón por los compromisos internacionales. Ya para el segundo encuentro, Giggs decidió liberar a su estrella ya que no se encontraba en plenitud física y prefería no arriesgar con él.

Una decisión aplaudida desde el Real Madrid, ya que el jugador galés había sido baja durante uno de los tres últimos encuentros del conjunto blanco antes del parón -contra el CSKA- y pidió el cambio en los otros dos -ante Atlético de Madrid y Alavés- por molestias.