Julen Lopetegui firmó como nuevo técnico del Real Madrid en julio de 2018, lo que le valió un improcedente despido por parte de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, como seleccionador nacional.
En sus primeros casi cuatro meses en el banquillo merengue, el entrenador vasco ha dotado al equipo de un atractivo juego de toque y presión que, sin embargo, no se ha traducido en goles, amén de ciertos fallos defensivos.
Las sensaciones en pretemporada fueron buenas, pues, pese a perder en su estreno amistoso ante el Manchester United por 2-1, el equipo mostró un gran nivel derrotando a la Juventus de Turín por 3-1 y a la Roma por 2-1. Finalizada la International Champions Cup, el Trofeo Santiago Bernabéu ante el Milan se saldó con una nueva victoria por 3-1.
No obstante, el primer aviso llegó con el primer partido -y título en juego- oficial. El Madrid cayó en la Supercopa de Europa, a la que acudía como campeón de la Champions League, frente al Atlético, que meses atrás había ganado la Europa League. El partido se fue a la prórroga con empate a dos, y en esa última media hora los colchoneros marcaron dos tantos más para cerrar el marcador con un doloroso 2-4 en contra de los merengues.
Una última oportunidad
Pese a ello, el inicio de la temporada como tal, hablando de La Liga y la Champions League, despejó muchas dudas. El Madrid supo recomponerse y encadenó cinco victorias y un único empate en seis partidos consecutivos. Getafe (2-0), Girona (1-4), Leganés (4-1) y Espanyol (1-0) fueron las víctimas en el torneo doméstico, mientras que ante el Athletic se logró un valioso empate a uno, teniendo en cuenta la dificultad de jugar en San Mamés.
El estreno en Champions fue inmejorable. Goleada por 3-0 a la Roma, el rival a priori más difícil del grupo, en un partido en el que los vigentes campeones de la competición europea dieron una exhibición de fútbol. Sin embargo, en un nuevo partido entre semana, esta vez de nuevo en Liga, llegó el primer tropiezo.
El Madrid salió goleado (3-0) del Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Contando con el siempre duro Sevilla, la derrota no parecía trastocar los planes, pero fue tan solo la punta del iceberg. Un empate a cero en el derbi madrileño ante el Atlético -donde el Madrid hizo mucho más por llevarse la victoria- y tres derrotas consecutivas -e injustas- por tan solo un gol de diferencia frente al CSKA de Moscú, el Alavés y el Levante fueron la chispa que prendió la mecha del futuro del entrenador.
En su último encuentro, Lopetegui logró algo de oxígeno venciendo al Viktoria Pilsen por 2-1. La última prueba antes del 'examen final': El Clásico. Contra el Barcelona, el Madrid no solo se juega la posibilidad de volver a colarse en la lucha por La Liga -actualmente marcha séptimo a cuatro puntos del líder, el conjunto azulgrana-, sino también el orgullo. Para ello, Lopetegui tiene dos referentes muy claros.
El inicio de una era triunfal
El primero no está muy lejos cronológicamente hablando. Y es que el inmediato predecesor de Lopetegui en el banquillo más exigente del mundo, Zinédine Zidane, pasó por una situación similar en su primera temporada.
El francés cogió al equipo en enero, tras un inicio de temporada desastroso, que llevó a la destitución de Rafa Benítez. Zidane, cuya única experiencia como entrenador había sido al frente del Castilla, llegó al Camp Nou en la jornada 31, tercero en Liga a diez puntos del líder -nuevamente, el Barcelona-.
Sin embargo, el Madrid sacó todo su orgullo para vencer en el feudo blaugrana por 1-2, remontando el tanto de Gerard Piqué con goles de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo, pese a jugar los últimos minutos con uno menos debido a la expulsión por doble amarilla de Sergio Ramos.
Este fue el comienzo del magnífico final de temporada del conjunto blanco, que estuvo a tan solo un punto de arrebatarle el torneo liguero al Barça. No obstante, otro título llegó a las vitrinas del Santiago Bernabéu: La Undécima, la primera de las tres Champions consecutivas que conseguiría Zidane como entrenador del Real Madrid.
La Liga del clavo ardiendo
Fabio Capello fue otro que logró dar un cambio de rumbo espectacular tras un Clásico. El italiano no logró 'La Orejona', pero si remontar y alzarse con la que sería la trigésima Liga del Madrid, la popularmente conocida como 'Liga del clavo ardiendo'.
El Madrid llegó al Camp Nou en marzo habiendo sido eliminado en los octavos de final de la Champions por el Bayern Múnich. El partido acabó con empate a tres, siendo el Madrid siempre el primero en ponerse por delante. No obstante, se vio a un Madrid competitivo, sensación que parecía haber perdido marchando tercero en el campeonato doméstico.
Se comenzó una campaña motivacional bajo el lema "Juntos podemos". Los blancos marchaban cuartos en Liga, por detrás del Valencia, el Sevilla y el Barcelona, estos dos últimos a cinco puntos. A siete jornadas del final venció al Valencia por 2-1 en el Santiago Bernabéu, deshaciéndose así de su primer competidor. El siguiente, el conjunto hispalense, cayó por 3-2, en un partido épico.
Un doblete de Ruud van Nistelrooy y otro tanto de Robinho -amén de dos asistencias de Guti- dieron la vuelta al tanto inicial de Enzo Maresca en el 85', dejando sin reacción a un Sevilla que tan solo pudo recortar distancias en el 94' por medio de Javier Chevantón. Con el Barça como único escollo y el marcador entre ambos equipos en contra, el Madrid se aprovechó de los tropiezos azulgranas ante Betis y Espanyol -el legendario 'Tamudazo'- para alzarse con La Liga.
Lo hizo venciendo por 4-3 al propio Espanyol, 2-3 al Recreativo de Huelva, 3-1 al Deportivo y empatando a dos contra el Real Zaragoza. La última jornada se saldó con una épica remontada en menos de veinte minutos ante el Mallorca. Un 3-1 que le dio al Madrid la Liga más igualada que se recuerda en los últimos tiempos. Y todo empezó en el Camp Nou, donde Lopetegui y el Real Madrid tienen, este domingo 28 de octubre, la oportunidad de dar un vuelco a su situación.
Noticias relacionadas
- Giuly elige a Hazard y Mbappé como relevos de Cristiano en el Madrid
- Vinicius: "Pedí al club jugar en el Castilla, es mejor quedarse en casa"
- Sergio Ramos, sinónimo de experiencia en El Clásico
- Florentino Pérez: "Sergio Ramos es un ejemplo para todos los profesionales"
- La conjura del Real Madrid para El Clásico en Los Leones de El Español
- Sergio Ramos reúne a Florentino Pérez, Rubiales y Tebas en los premios de El Español