El Real Madrid sufrió una dolorosa derrota en el Camp Nou. Los de Lopetegui fueron derrotados 5-1 por su eterno rival, dejando al técnico vasco a merced de un despido que parece cuestión de tiempo. Los pecados de los blancos fueron unos cuantos y la catástrofe se pudo ir prediciendo por un cúmulo de circunstancias. El Madrid tocó fondo en la ciudad condal.
Primera parte terrible
El Real Madrid regaló los primeros 45 minutos de partido. El modo en el que salió el equipo al campo hacía prever lo peor para el resto del partido. El Madrid esperaba atrás y no daba ninguna sensación de peligro. Por si fuera poco, muchas imprecisiones que acabaron pesando. Solo un cuarto de hora le costaría marcar al Barcelona fruto de la parsimonia blanca. Un balón atrás de Jordi Alba en el área para que Coutinho, quien entró andando, batiera a Courtois sin oposición alguna.
Fallos en defensa
Ese gol de Coutinho fue el primero de los fallos del Real Madrid que una vez más se vio perjudicado por los errores defensivos. El segundo tanto del Barcelona llegó desde el punto de penalti. Varane derriba claramente a Luis Suárez y el uruguayo no falla desde el punto de penalti. Una pena máxima que comete el francés que lleva varios encuentros lejos de su mejor versión. Sergio Ramos también fallaría, en su caso en el cuarto gol. Un mal control del capitán acabó regalando el que sería el tercer tanto de Suárez.
Nulo acierto a portería
Si en defensa se falló, en ataque no se acertó. El Real Madrid gozó de buenas oportunidades que hubiera supuesto el 2-2 tras el tanto de Marcelo. La más clara fue un cabezazo de Benzema a dos palmos de la línea de gol que se marchó por encima del larguero. El delantero galo no tuvo su día y tampoco Bale estuvo mejor. Se echa en falta gol y es que la puntería blanca empieza a preocupar.
No hubo revulsivo
Antes de que comenzara el partido, llegó la primera polémica: la no convocatoria de Vinicius. El brasileño que entró en la lista inicial y se quedó sin jugar con el Castilla contra el Fuenlabrada, se quedó en la grada todo el partido. Sin Vinicius en el banquillo y con Lucas entrando prematuramente al campo, Lopetegui no encontró revulsivos entre los suyos. Asensio apenas entró en juego y Mariano entró demasiado tarde al campo. El Madrid echó de menos alguien que metiera más energía en la segunda mitad.
Todo en contra
El Madrid no jugó bien y la derrota es merecida, pero otro partido más la mala suerte se cebó con los de Lopetegui. Primero fueron las lesiones. Varane se marchó en el descanso por una sobrecarga y Lucas Vázquez tuvo que entrar al campo para la segunda mitad. Marcelo volvería a caer. El brasileño se rompió tras quedarse clavado en el intento de dar un taconazo. Más allá de los percances físicos, el Real Madrid también tuvo que lamentar en el peor momento un palo. Modric estrelló un casi perfecto disparo lejano en la madera cuando el marcador iba 2-1. Ese gol habría cambiado el devenir del partido. Para colmo, el Barcelona tuvo que acabar con diez jugadores por una entrada muy fea de Suárez a Nacho, que debió ser roja directa.
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