El Real Madrid salió muy tocado del Camp Nou, algo que se comprobó también en zona mixta, donde solo Sergio Ramos compareció ante los medios de comunicación. El capitán blanco dio la cara después del 5-1 que el Barcelona los ha endosado en la jornada 10 de La Liga. El internacional español reconoció que era "un día jodido", pero también tuvo tiempo para echar una reprimenda a Casemiro y mandar un mensaje a la cúpula: en el vestuario no quieren a Conte.

Sergio Ramos no dudó en felicitar al Barcelona después de su victoria en El Clásico: "Hoy es un día jodido. Hoy era un día importante para dar un paso adelante. En la segunda parte tuvimos una reacción importante, pero marcaron el tercero. Felicitar también al Barcelona por el buen partido que han hecho. Ahora nos toca estar unidos y salir juntos de este momento tan complicado".

También fue preguntado por los rumores, que van cobrando cada hora que pasa más fuerza, de la destitución de Julen Lopetegui como entrenador del Real Madrid: "No son decisiones que corren a manos nuestras. Nosotros vamos siempre a muerte con el entrenador que esté al mando. Las decisiones las toman los de arriba. Nosotros siempre estamos con el entrenador".

El vestuario del conjunto merengue ha demostrado estar del lado de su entrenador desde que comenzaron a llegar los malos resultados. Por ello, Ramos hace un llamamiento a la calma: "Cada uno es libre de opinar lo que quiera, es respetable. Nosotros tenemos que esperar, aún no han dicho nada, pero no son decisiones que corran a manos nuestras. Nosotros tenemos que hacer autocrítica, mirar los fallos y encaminar cuanto antes una buena racha de partidos que daría tranquilidad".

El Real Madrid debe reaccionar cuanto antes para no perder más puntos en La Liga, donde continúa bajando posiciones en la tabla. "Nosotros tenemos que estar por encima de las decisiones que tomen los de arriba. A uno les puede gustar más o menos. El Barça ahora aprovecha para reivindicar la diferencia. Ellos se nos van en puntos y hay que pasar página cuanto antes. Reaccionar y recuperar puntos", afirmó el capitán madridista.

Autocrítica

El único futbolista, además del propio Sergio Ramos, que habló tras El Clásico fue Casemiro. Al brasileño parece haberle echado una pequeña regañina el capitán: "Cuando llegan los momentos difíciles siempre es inoportuno opinar de esa manera -declaraciones de Casemiro a pie de campo-. Hay que hacer todos autocrítica y la verdad es que los culpables también somos los jugadores. Hay muchas cosas que reflexionar, dentro de lo malo siempre se sacan oportunidades".

Creer hasta el final

Ramos también quiso mandar un mensaje de esperanza a la afición madridista: "Depende para quién. Hay gente que no tendrá dudas y gente que no crea. Yo he ganado Ligas en las que me sacaban más de diez puntos. Cabeza alta. La base del éxito es el trabajo. El Real Madrid nunca da la espalda a dar la vuelta a una racha como esta".

Dardo a Conte

El central andaluz comenzó diciendo que siempre ha mantenido "una relación muy buena con todos los entrenadores". Aseguró que la sinceridad había sido el pilar de estas relaciones técnico-jugador: "Lo que he tenido que decirles se lo he dicho a solas. Es normal que él haya comunicado sus sentimientos. Son situaciones complicadas y a veces las reacciones de determinada gente no son las adecuadas".

Sin embargo, no solo se mostró después contrario a la destitución de un entrenador como Lopetegui, sino que dejó entrever que no quiere a Conte. "El respeto se gana, no se impone. Nosotros hemos ganado con entrenadores que ya conocéis. A veces la gestión de un vestuario es más importante que los conocimientos tácticos", finalizó Sergio Ramos.