Solari entró en rueda de prensa con seguridad. Sabía que todo el mundo estaba pendiente de él en ese preciso momento, pero no le tembló el pulso ni le quebró la voz. Es consciente de dónde está y del cargo que acaba de asumir. Él es Solari y no quiere que se le compare con nadie.

Una de las preguntas que se podían esperar de cara a la rueda de prensa era sobre su amigo Zidane. Solari coge el equipo en unas circunstancias muy similares a las que se encontraba el Madrid cuando el francés accedió al puesto en enero de 2016. Pero las comparaciones son odiosas y Solari ha llegado con la certeza de seguir su camino y no el de ningún otro.

"A Zizou dejémoslo en paz", dijo Solari. Con un enorme respeto se refirió al que fuera su compañero en el Madrid de 'Los Galácticos' y con el que guarda una cercana relación desde entonces: "No le podemos adjetivar. Es uno de los más grandes que hemos tenido en el Madrid. Es incomparable. Mejor dejémoslo allí, con su grandeza", sentenció el argentino.

Un Madrid "con dos cojones"

Con pie firme, así es como empieza Solari su aventura en el primer equipo. Viene a salvar, ahora que hay tiempo, al Real Madrid del pozo en el que se encuentra tras los últimos resultados y, sobre todo, tras El Clásico.

Solari llega con ilusión al puesto y eso es lo que quiere transmitir a sus jugadores, como ha insistido en rueda de prensa. Sin embargo, ha sido otra la frase que más se ha destacado en todos lados: "La idea es ir a Melilla con dos cojones". Una declaración de intenciones. Este Madrid tiene claros sus objetivos y va a por ellos.