Final de Kiev. Gareth Bale se convertía en el MVP de la final tras marcar dos de los tres goles del Real Madrid contra el Liverpool de Jürgen Klopp. Pero además de ser protagonista sobre el verde, también lo fue una vez el equipo blanco levantó 'La Orejona', La Decimotercera en la historia del club de Concha Espina y la tercera ganada de forma consecutiva.
Después del encuentro ante los reds, el galés lanzó un órdago con dirección al Santiago Bernabéu: más minutos, más protagonismo, ser un buque insignia. Pese a que se especuló mucho sobre el interés del Manchester United en él, el 'Expreso de Cardiff' ha seguido vistiendo la elástica madridista, aunque parte de 'culpa' también la tiene la salida de Cristiano Ronaldo.
El adiós del delantero portugués, para abrir una nueva etapa en su carrera en la Juventus de Turín, propició que la petición de Bale se encarrilase. Sin embargo, el inicio la temporada 2018/2019 no ha sido nada sencillo para el extremo. En un comienzo parecía que todo iba viento en popa, pero su rendimiento fue decayendo con el paso de las jornadas.
De más a menos
Bale comenzó la temporada como un tiro. Cuatro goles en los primeros encuentros de la era Lopetegui lo confirmaron. Pero su bajón de rendimiento coincidió, precisamente, con el peor momento del equipo con el técnico vasco en el banquillo. Un mal momento que duró demasiado para un club de la exigencia del Real Madrid. Ochos horas sin ver puerta y una racha de encuentros consecutivos sin conocer la victoria acabó por poner al ex de la Selección fuera del club blanco y a Solari como nuevo míster merengue.
Con el entrenador de Argentina volvieron las sonrisas a la casa blanca. Mejores sensaciones y... victorias, que era lo que más esperaban tanto en el club, como entre la afición y los propios jugadores. Fue entonces cuando Gareth Bale volvió a ver puerta. Ante el Viktoria Pilsen, en la cuarta jornada de la fase de grupos de la Champions League. Una diana sobre todo importante porque suponía el recuperar la confianza.
El propio Santiago Solari ha intentado que volviese a salir del cascarón mandándole diversos y continuos mensajes desde las distintas ruedas de prensa. El rosarino sabe que Bale es un futbolista diferente, capaz de marcar la diferencia y por ello le anima a tirar la puerta de una vez por todas y consagrarse como ese líder madridista que tanto ha soñado -y exigido- ser.
Mes importante por delante
En el próximo mes de diciembre, el equipo merengue se enfrenta a cuatro competiciones y esta puede ser la ocasión perfecta, y quién sabe si definitiva, de reivindicarse en el Real Madrid. Liga, Champions, Copa del Rey y la guinda al pastel de este 2018: el Mundial de Clubes.
Solari no quiere indiscutibles, pero sí que tiene que elegir partido a partido quiénes formarán su once inicial. Es en estos donde no quiere perder su sitio Gareth Bale. El '11' blanco tiene al alcance de la mano conseguir aquello por lo que lleva luchando desde hace ya cinco años.
[Más información: En Inglaterra afirman que Bale llegará al Manchester United en el verano de 2019]
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