La nota negativa de la contundente victoria del Real Madrid ante el Melilla ha sido la lesión de Mariano Díaz. El delantero hispano-dominicano abandonaba el terreno de juego a falta de diez minutos para el final. El equipo blanco ya no tenía cambios al haber realizado Solari los tres pertinentes y el futbolista se fue directo al túnel de vestuarios.
El '9' no ha tenido las mejores de las suertes desde la llegada de Solari. Una lesión lo ha tenido apartado varias semanas, y cuando había recuperado su tono físico han llegado una de las peores noticias para él. Habrá que esperar para saber el alcance de la lesión para conocer la verdadera gravedad del asunto. El '7' no estaba jugando un gran partido y la lesión era la gota que colmaba el vaso de un choque nublado.
Una temporada que no está siendo buena en lo que a números se refiere, pero el delantero no se ha rendido y ha peleado por contar con más minutos, y siempre que sale al terreno de juego lucha cada balón como si fuese el último. Una lesión cortaría de golpe su progresión y tendría que estar varias semanas recuperándose, lo que dejaría a Benzema como único delantero centro de la plantilla.
El '7' quiere ser importante
Cada partido que juega el delantero blanco con su equipo deja constante que su meta es trabajar y aportar. Con Julen Lopetegui no contó con los minutos que le hubiese gustado, y con Solari, tras la lesión, no ha tenido tiempo de demostrar lo que es capaz. Habrá que esperar para conocer el estado de su lesión, ya que el jugador se echó las manos a la cara y se fue con preocupación al vestuario tras el pitido final del colegiado.
[Más información: La extraña celebración de Asensio: más serio que nunca]
Noticias relacionadas
- El día de Isco: estrena titularidad con Solari y capitán del Madrid
- Real Madrid - Melilla: las mejores imágenes del partido de Copa del Rey
- Los mejores memes del Real Madrid - Melilla
- Carvajal se libra de la lesión por centímetros
- Vinicius pidió penalti tras caer en el área del Melilla
- La extraña celebración de Asensio: más serio que nunca