Luka Modric recibió el Balón de Oro 2018 el pasado lunes 3 de diciembre en París. Después de quedarse fuera, por descanso, contra el Melilla en la Copa del Rey, el genio de Zadar volvió al terreno de juego en El Alcoraz. No jugó todo el encuentro, pero el '10' blanco recibió el homenaje de la afición del Huesca al ser sustituido con una enorme ovación.

En el minuto 66 de juego, Isco Alarcón era el hombre elegido por Solari para ocupar el sitio del croata. Pese a que el Huesca iba en desventaja en el marcador, los aficionados no dudaron en ponerse de pie para aplaudir a Modric, en señal de reconocimiento a una trayectoria brillante y al galardón recibido el pasado lunes que le acredita como el mejor jugador del mundo.

Sobre lo acontecido en el terreno de juego, la tensión y la intensidad estaban servidas en el césped de El Alcoraz. La ventaja por la mínima conseguida por Gareth Bale en el minuto 8 dejaba el partido abierto para que el Huesca creyera en sus oportunidades, llegando a generar ocasiones de peligro que requerían la atención máxima de la línea defensiva blanca y de Thibaut Courtois.

Apuros en los últimos minutos

En la recta final del encuentro, el Huesca se aproximó demasiado al área blanca y pudo marcar el gol del empate. Afortunadamente, el equipo oscense no se mostró acertado de cara a puerta y el 0-1 conseguido por Bale fue suficiente para que los blancos sumasen tres puntos más. De esta forma, mantienen sus opciones por el título intacta, pues la victoria se presentaba como primordial después de que Atlético y Barcelona ganaran sus respectivos duelos. Aun así, los blancos son conscientes de que deben hacer autocrítica con la imagen ofrecida en El Alcoraz, pues por un momento los apuros han hecho creer que el Huesca se llevaba algo de la primera visita histórica del Real Madrid a su estadio.

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