Olivier Giroud ha concedido una entrevista al diario The Guardian en la que hace un repaso por su carrera. Entre otros temas, el delantero del Chelsea reconoce cuál fue el momento más duro de todos estos años, y tiene mucho que ver con Karim Benzema, cuando les enfrentaron en la selección francesa.

Giroud afirma que "ese fue el momento más difícil. Nunca tuve ningún problema con Karim, incluso aunque él no es mi mejor amigo, siempre pasamos un buen momento en la selección. Pero la gente dijo que estábamos peleados".

Además asegura que "los aficionados no estaban contentos conmigo, y no fue por mi desempeño en el campo, sino porque estaba allí y Benzema no". Por eso afirma que "el entrenador me defendió porque era una injusticia. Mis actuaciones fueron buenas. No fui yo el único culpable".

La competencia con Morata

El ariete galo también ha comentado su competencia con Morata en el Chelsea. Destaca que "Álvaro hizo una gran pretemporada, así que era normal no sacarlo del equipo ni siquiera por un campeón del mundo". Además, reconoce que prefiere "estar en un club grande en lugar de jugar todas las semanas en un equipo menos prestigioso".

También afirma que "todavía tengo objetivos, ganar una Premier League es mi último sueño como futbolista, tal vez más que ganar una Champions League, porque sé lo difícil que es ganar esta liga. Tengo compañeros de equipo aquí que lo han ganado, así que estoy un poco celoso. Quiero hacer que suceda".

En cuanto a la máxima competición europea, Giroud desvela que "Mateo Kovacic, que ganó tres Champions, dijo que no hay nada por encima de la Copa del Mundo. Así que tal vez la gente me ve de manera diferente, especialmente en el vestuario. He sido bendecido, pero siempre he dicho que el fútbol es un nuevo comienzo eterno. No puedes descansar en tus laureles. Tienes que probarte a ti mismo otra vez. No ha habido tiempo para sentarse y asimilarlo todo. Uno pensaría que cuando gane la Copa del Mundo tendría fiesta durante semanas, pero regresamos directamente a nuestra base en Istra, a una hora de Moscú". Señala que "pasamos tiempo con las familias, pero fue un poco 'suave'. No nos volvimos locos. Logré un sueño de infancia y sabía que tenía el mejor trabajo cuando los aviones volaron en los Campos Elíseos".

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