El 2018 pasará para la historia como otro gran año en la extensa leyenda del Real Madrid. Un vestuario que en estos doce meses se ha ganado mirar de tú a tú al mejor Madrid de siempre, el de Di Stéfano. Un choque de generaciones, dos edades de oro, que comparten el mismo número de títulos: 17.
Este año el Real Madrid volvió a desafiar los límites y los consiguió traspasar. Nadie había ganado dos Champions League consecutivas en 2017, por lo tanto nadie lo había logrado tres veces seguidas. Iba contra la lógica imaginarse a los mismo jugadores que levantaron la 'Orejona' en Cardiff repitieran un año después de Kiev. Pero ahí se plantó el equipo en la final y arrolló al Liverpool para ganar La Decimotercera.
La Decimotercera, la tercera seguida
Tres Champions League seguidas que este fin de semana se han traducido en tres Mundial de Clubes consecutivos. Un 'sextete' inédito, por supuesto, y es que este equipo sigue explorando la historia. Nadie parece capaz de igualar esto en el futuro, como nadie pudo nunca llegar a las cinco Copas de Europa del Madrid de Di Stéfano. En Abu Dabi el Madrid se confirmó por tercera vez seguida como doble campeón de Europa y del mundo. El único 'pero' fue perder la primera final europea en estos años, la Supercopa de Europa. El renovado Madrid cayó ante el Atlético de Madrid, equipo al que ganó dos de las últimas cuatro finales de Champions.
Lo que el Madrid gana en Europa y fuera del continente se le atraganta en España y es que el club blanco no pudo reafirmar su condición de campeón de La Liga de 2017. Los de Zidane se desengancharon muy pronto de la competición que acabó ganando el Barça. Esta temporada también ha estado jugando con fuego, pero la inestable situación del club catalán le sigue manteniendo en la pelea. La espinita de estos años fue otra vez la Copa del Rey que no se gana desde 2014. El Leganés dio la campanada la temporada pasada, cargándose al Madrid en cuartos de final. El conjunto pepinero volverá a visitar el Santiago Bernabéu dentro de unos días en Copa, aunque ahora en octavos.
El Madrid sin Zidane y sin Cristiano
Los títulos siempre marcan el año de un equipo, pero el 2018 también marcó al Real Madrid por las salidas de Zidane y Cristiano. Los dos grandes responsables de los éxitos de los últimos tres años se marcharon el pasado verano. Uno por la puerta grande y otro por la de atrás. Zizou dio un paso atrás para renovar a un equipo que, a su parecer necesitaba el cambio y él se alejó de los banquillos. Cristiano, sin embargo, se plantó en pie de guerra contra el club y puso fin a nueve años de una relación legendaria para fichar por la Juventus a cambio de 100 millones de euros.
El Madrid se enfrentaba al reto más grande de su historia reciente, que era ocupar el hueco del cinco veces Balón de Oro. Entre un nuevo Benzema y un Bale ya como líder se han encargado de ello. También Luka Modric, quien desafió al duopolio Cristiano - Messi y ganó el Balón de Oro, entre otros premios como el 'The Best', tras diez años de reparto entre el luso y el argentino.
Del fracaso de Lopetegui a la ilusión con Solari
Para sustituir a Zidane, el Madrid eligió a Julen Lopetegui. Un anuncio que trajo cola, sobre todo por la postura de la Selección y Rubiales. El presidente se cargó al seleccionador a un día del comienzo del Mundial por su fichaje por el Madrid y tiró por la borda lo que era un ilusionante proyecto para Rusia. Julen no tuvo fortuna en el banquillo del Madrid. Tras un buen comienzo, la moral del vestuario fue decayendo sin encontrar un porqué. Tras el descalabro de El Clásico, el club decidió cortar por lo sano y cesó a Lopetegui el 29 de octubre. Se abonó de nuevo a la 'fórmula Zidane'.
Solari subió al primer equipo desde el Castilla, como hiciera el técnico francés tres años atrás. Las comparaciones entre ambos siempre han sido constantes. Dos amigos que llegaron al banquillo blanco de la misma manera, con un parecido estilo de juego y un casi idéntico perfil de entrenador. De momento, el argentino ha recuperado el sentir ganador del vestuario con el Mundial de Clubes. Las derrotas contra Eibar y CSKA han sido las únicas manchas de estos dos meses, pero la realidad es que el Madrid se mantiene en la pelea por La Liga, la Copa del Rey y la Champions, donde en octavos espera el Ajax.
La transformación en el vestuario
Desde el último Mundial de Clubes que ganó Zidane al que ganó este sábado Solari han cambiado muchas cosas en el vestuario blanco. Para empezar el portero ahora es Courtois, mientras que Keylor se ha quedado solo con la Copa. El belga llegó en verano y ya ha demostrado en el Madrid porqué es el mejor guardameta del mundo. Dos jugadores han resurgido en la era postZidane: Ceballos y Marcos Llorente; mientras, otros dos se han hundido: Isco y Asensio. Benzema ahora tira del carro y el madridismo atiende al comienzo de la carrera de una de las mayores promesas de todo el mundo, Vinicius. Además del brasileño, otros jóvenes como Reguilón, Odriozola, Javi Sánchez o Valverde van teniendo oportunidades.
Se cierra un 2018 de cambios, pero en el que algo siguió como siempre: el Madrid campeón. Ahora llega 2019, un año en el que se espera que se termine de hacer la revolución en el equipo. Todos se preguntan si el próximo año será el final de la generación de las últimas cuatro Champions, mientras jugadores como Hazard, Mbappé o Neymar aparecen en el horizonte. Eso era lo que se vaticinaba al final de 2017 y se ganó La Decimotercera, así que, un aviso para los madridistas: este equipo se ha prometido pelear por todo una vez más. Para este Madrid nada es imposible.