El Real Madrid afronta su segundo partido en la primera semana de enero. Lo hace en el Día de Reyes y con la obligación de ganar después del último empate frente al Villarreal. Será también la primera vez en 2019 que el equipo pise el Santiago Bernabéu y ese momento en el que los de Solari ofrecerán a su afición el Mundial de Clubes.
Pero para un jugador de la plantilla merengue será algo más que todo eso. Será su reencuentro con un estadio que le señaló la última vez que lo pisó, protagonizando un duro encontronazo. No puede haber dudas de que ese futbolista es Isco Alarcón. El malagueño viene siendo protagonista de la polémica desde hace muchas semanas y quiere dejar de serlo.
Gareth Bale se lesionó contra el Villarreal. No es nada grave, pero el galés tendrá que parar al menos dos semanas, lo que deja un hueco en el once del Madrid. Vinicius, Ceballos, Valverde o el propio Isco son los aspirantes a ocuparle, ante la plaga de lesiones que afecta al conjunto blanco y que, además de Bale, ya se ha llevado a Asensio, Mariano y Marcos Llorente para las próximas semanas. No cabe duda que el gran favorito para sustituir al '11' es Isco. Y si no es el elegido, al menos tendrá seguro minutos de calidad.
El último recuerdo que guarda Isco del Santiago Bernabéu con él sobre el campo son los pitos. Fue contra el CSKA hace ya más de tres semanas. Un partido en el que el Madrid cayó estrepitosamente derrotado por 0-3 y del que solo le salvó que no se jugaba nada. Isco fue el señalado, como nunca lo había sido antes. Para calmar los ánimos, Solari le dejó sin jugar ni un solo minuto la siguiente vez que el Madrid jugó en su estadio, la visita del Rayo en Liga. El argentino sabía que iban a pasar casi un mes sin jugar en casa y eso serviría para calmar los ánimos.
Algo ha cambiado entre Solari e Isco
La polémica estaba servida y es una realidad que, además de su desconexión con el público, Isco no encajaba con Solari. La relación entre ambos era muy tensa, pero las cosas no podían continuar así. Lo sabía el entrenador y lo sabía el jugador. Algo ha cambiado entre ambos. Solari se mostró especialmente cercano con Isco en su última rueda de prensa. "Isco nos ha dado alegría y nos las tiene que seguir dando", decía. También el futbolista mandó un guiño a su técnico y al club a su llegada del parón navideño. "Estoy muy ilusionado, quiero seguir en el Madrid", dijo. Atrás quedan ya esos roces que provocaron un distanciamiento entre ambos.
El primer paso de la reconciliación se dio en el partido contra el Villarreal. Bale se lesionó, se probó y en el descansó no pudo salir al campo. Solari dio paso a Isco. Por delante tenía 45 minutos o, lo que es lo mismo, minutos de calidad para reivindicarse. No fueron los mejores minutos del Madrid, pero sí se vio un Isco entregado que trabajó mucho más en defensa que en ataque, por las circunstancias. Se le vio bien fisicamente y tuvo tiempo de dejar alguno de esos destellos suyos que le hacen único.
Isco no es titular en La Liga desde el partido contra el Levante. Hace dos meses y medio de aquello y Julen Lopetegui estaba todavía en el banquillo. El malagueño puede volver al once y hacerlo en el Santiago Bernabéu. Isco siempre gozó del cariño de la afición madridista, un cariño que ahora ha perdido y que lucha por recuperar. Está decidido a ello y quiere seguir en el club donde lo ha ganado todo en las últimas cinco temporadas.
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