Lucas Vázquez no pudo acabar el partido ante la Real Sociedad al ver la segunda amarilla en los primeros compases de la segunda mitad del encuentro. El extremo gallego ya había visto cartulina en la primera mitad del duelo y tuvo que enfilar el túnel de vestuarios al ver la roja. El '17' blanco no pudo reprimir su rabia y acabó rompiendo su camiseta.

La tensión en el encuentro iba creciendo minuto a minuto. Las ocasiones se sucedían, para un lado y por el otro, y tampoco estaba exento de polémica. Hubo posibles penaltis en ambas áreas que junto al ritmo vertiginoso ayudaba a que los nervios estuvieran a flor de piel.

Antes hubo un cambio en el Madrid

Pero la causa inmediata del enfado del extremo gallego fue el cambio anterior de Casemiro. Isco acababa de entrar en el campo. Solari buscaba mejorar el rendimiento en la zona final del campo, por lo que decidió retirar del césped a un efectivo de corte más defensivo.

La imagen del natural de Curtis es el retrato de todo el madridismo. Es la representación de la impotencia, del quiero y no puedo. A veces el ímpetu no se ve recompensado con buenos resultados, pero el partido del Madrid tampoco fue malo.

Quizás, el partido del árbitro, sí dejó más que desear a ojos del aficionado del Real Madrid. La expulsión fue justa, pero acto seguido Munuera Montero no señaló un penalti claro sobre Vinicius Júnior, el mejor jugador madridista del partido.

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