La historia del Inter de Milan y Luka Modric parece el cuento de nunca acabar. Desde el verano de 2018, el mediocentro del Real Madrid ha sido el máximo objetivo de la escuadra italiana. Desde que anunciaran la contratación de Sime Vrsaljko, en Milán no han escondido que sí están interesados en el actual Balón de Oro, aunque oficialmente niegan cualquier tipo de oferta.

A partir de las conversaciones que tuvieron la directiva interista y los agentes del antiguo lateral del Atlético de Madrid, el equipo del norte de Italia se animó a realizarle una oferta al centrocampista blanco. El contrato sería el siguiente: diez millones netos al año por cuatro temporadas. Las dos últimas, en vez de jugarlas con los nerazzurri, las disputaría en el Jiangsu Suning, el otro club en propiedad del Suning Holdings Group.

El croata solo piensa en el Madrid

Sin embargo, Modric está completamente centrado y comprometido con su actual equipo. El '10' es uno de los grandes ídolos del Santiago Bernabéu actualmente. El sueño de Steven Zhang, de ver al actual The Best con la camiseta del equipo alpino, no parece que se vaya a cumplir en un futuro cercano.

El croata es un pilar fundamental del club madridista. Es básico en el esquema de Santiago Solari, aunque a veces acabe los partidos en el banquillo. Pese a que el actual Balón de Oro se sienta feliz junto a su familia en la capital de España, parece que el Inter siempre va a estar detrás de él, aunque sus esfuerzos sean en vano.

Tras el partido contra la Real Sociedad- que acabó en derrota para los merengues- Modric habló y demostró por qué tiene tantos galones dentro del vestuario: ""No podemos tener una 'cagada' cada partido en el principio, esto es falta de concentración. Son momentos difíciles, a nosotros nos duele pero por estas cosas tenemos que juntarnos más y hablar más".

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