El Real Madrid de Solari acabó con un ataque inédito hasta la fecha en el partido frente al Betis del pasado domingo. Fue un partido lleno de sorpresas en el que las numerosas bajas del equipo, unidas a la lesión de Benzema, dieron paso a los más jóvenes por delante de estrellas consagradas durante años de blanco como Marcelo e Isco. Arriba terminaron tres jugadores de los que ninguno superaba los 21 años: Brahim, Cristo y Vinicius.
No tuvo miedo Solari y le salió bien la jugada ya que acabó ganando ante un rival difícil, como el Betis, y en un feudo complicado, el Benito Villamarín. En la segunda parte, en la que salieron Cristo y Brahim, se notó nervioso al equipo, fruto de la inexperiencia de los más jóvenes, pero, sin duda, demostraron estar preparados para cosas grandes. Los niños de Solari pasaron el examen.
Vinicius es una realidad en este Real Madrid
Lo de Vinicius queda claro que no es algo pasajero. El brasileño no se ha ganado solo su sitio en el equipo sino que también lo ha hecho en el once. El brasileño se ha aprovechado de las ausencias para asentarse y parece difícil imaginar que Solari vaya a moverle de ahí. Lleva varios partidos siendo el mejor y ante el Betis se le vio quizás su versión más madura. No pudo ser su mejor encuentro de cara a puerta, pero sí que trabajó como el que más. No paró de correr, se ofreció y lo intentó una y otra vez.
Cristo se gana la confianza de Solari
El segundo nombre es el de Cristo González, la estrella indiscutible del Castilla esta temporada que también empieza a colarse en las convocatorias por las ausencias en las zonas de ataque. Sin Mariano, lesionado, es el único '9' que puede reemplazar a un Benzema que necesita descanso. Parecía que Solari no contaba con el canterano en situaciones así, pero su ha cambiado de parecer y Cristo se ha convertido en un recuerdo más hasta el punto que salió al campo en el descanso para sustituir a Benzema. Lo hizo antes que Ceballos o un Isco que se quedó sin jugar.
Brahim Díaz llega para jugar
Brahim ha sido el último en llegar al equipo. Es la incorporación invernal, pero Solari ha dejado claro que cuenta con él desde ya y más aún en una situación tan complicada como la actual con tantas bajas. El lunes llegó a Madrid, el martes se entrenó, el miércoles debutó y el domingo volvió a jugar. Las sensaciones son buenas y todo apunta a que seguirá el camino de Vinicius e irá sumando minutos poco a poco de la mano de Solari. El malagueño ha llegado en el momento preciso, en el que los jóvenes cuentan más que nunca.
Vinicius, Brahim y Cristo. Es el tridente del futuro del Madrid. Tres jóvenes a los que se les moldea y se les va dando oportunidades para que pronto sean una realidad. De momento se le augura una carrera llena de éxitos, pero el camino es muy largo. Competencia no les va a faltar ya que en nada vuelve a los terrenos de juego Asensio y en verano llega Rodrygo, un serio aspirante a entrar en ese tridente, mientras que otros como Odegaard opositan a ello. Lo que es seguro es que el Madrid ha logrado crear un sólido bloque de jóvenes promesas para asegurarse el futuro. Al tiempo que suenan los que podrían ser los siguientes, como Piatek o Werner, se empiezan a recoger los primeros frutos.
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