El Real Madrid - Girona de los cuartos de final de Copa del Rey es de todo menos un partido tranquilo. Después de una primera parte con tres goles, un penalti y otro posible, la segunda parte no se ha quedado atrás y Undiano Mallenco ya ha pitado otra pena máxima.
En esta ocasión ha sido incontestable, señalada a Marcos Llorente por repeler con la mano, de forma clara, un centro del conjunto catalán al corazón del área merengue. La jugada parecía extraña en primera instancia porque el mediocentro saltó con el brazo arriba. El colegiado no dudó y además de señalar el punto de los once metros, también mostró la cartulina amarilla al centrocampista.
La mala fortuna se cebó con el mediocentro, que llevaba pocos minutos en el campo después de volver de su lesión, que le mantenía alejado de los terrenos de juego desde el Mundial de Clubes.
Granell no falló desde los once metros
El lanzamiento de penalti fue de Alex Granell, a quien no le tembló el pulso y empató el partido desde los once metros con un disparo a su derecha, potente y arriba. Thibaut Courtois adivinó el lado del lanzamiento, pero no puedo hacer nada por detener el disparo del jugador del Girona.
Los de Solari se crecieron tras ese gol y volcaron su juego hacia el otro área, lo que pronto se tradujo en goles. Primero el capitán, Sergio Ramos, certificó su doblete rematando a gol un medido centro de Marcelo y, posteriormente, sería Karim Benzema quien hiciese el cuarto gol empujando un envío de Vinicius Jr. al segundo palo.
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