José Mário dos Santos Mourinho Félix (Setúbal, 26 de enero de 1963) cumple 56 años en un momento muy delicado de su carrera. Sin equipo tras su destitución del Manchester United, su nombre ha salido a relucir en las quinielas de varios equipos para ocupar sus banquillos de cara a la próxima temporada. De padre jugador-fue uno de los porteros más populares de la Portugal de la época-, Mourinho se introdujo en el mundo del fútbol pronto. Pese a hacer un intento por dedicarse a ello, llegando a jugar en el Sesimbra -equipo de la tercera división lusa-, pronto vio que su destino era ser entrenador.
Así dio inicio su carrera como técnico. Sus primeros pasos contaron con la ayuda de su padre, quien después de colgar las botas encaró su trayectoria como estratega, en el Belenenses. Pero dejó aparcado de forma momentánea su sueño para cursar Gestión Administrativa por deseo de su madre. Sin embargo, su anhelo por dedicar su vida al mundo del deporte era tal que acabó estudiando la licenciatura de Educación Física, enfocada a la especialidad de Metodología en Deportes. Tras culminar sus estudios, consiguió el título de entrenador de la UEFA lejos de Portugal para luego regresar con su licencia y dar el pistoletazo de salida a una trayectoria que ya es leyenda.
En su país pasó por los banquillos de Estrella Amadora o Vitoria Setúbal, hasta que Sir Bobby Robson le 'fichó' como su asistente. Desde entonces su carrera permanecería ligada en equipos como el Sporting de Portugal o el Oporto, hasta llegar al Barcelona en el año 1996. En la Ciudad Condal ejerció de segundo del británico hasta que fue relevado por Louis Van Gaal. Para el técnico holandés ejerció de ayudante elaborando informes de los diferentes rivales, para acabar ascendiendo hasta el puesto de segundo entrenador con la salida de Ronald Koeman en 1999. Sin embargo, la llegada de Serra Ferrer a Can Barça le volvió a relegar a un segundo plano y acabó saliendo del club catalán en el año 2000.
Después de abandonar ese verano el Barcelona, José Mourinho tuvo sus primeras experiencias como primer entrenador. Nueve meses en el Benfica, Uniao Leiria y otra vez el Benfica para acabar fichando en el 2002 por el Oporto. El camino del éxito daba inicio. En su primera temporada dirigiendo a los dragones, el técnico luso consiguió hacerse con el triplete -Liga, Copa y Copa de la UEFA-, ya en su segunda campaña al frente del Oporto haría historia al no solo repetir éxito ganando la liga portuguesa, sino que rompió con todos los pronósticos al lograr la Champions League, la primera de su carrera.
De Oporto a Londres
Su triunfo en la máxima competición continental no pasó desapercibido para uno de los, por entonces, nuevos magnates del fútbol. Roman Abramovich le fichó para dirigir un proyecto enfocado a convertirse en uno de los grandes de la Premier League y de Europa. El multimillonario ruso le convirtió, además, en el entrenador mejor pagado de la época. Así nacía The Special One. Apodo con el que se le comenzó a conocer en Londres y en Inglaterra, pero que ha sido ligado a él hasta el día de hoy.
"Por favor, no me llamen arrogante, pero soy campeón europeo y pienso que soy un tipo especial", decía Mourinho en su presentación con el conjunto londinense. Llegaba para entrar en la historia del club, donde aún hoy al hacer el tour de Stamford Bridge, al entrar en la sala de prensa se hace referencia al técnico que consiguió tres Premier, dos Copas de la liga, una FA CUP y una Community Shield. Su periplo por el Chelsea se divide en dos etapas. La primera del 2004 al 2008 y la segunda de 2014 a 2016. Entre medias, un paso triunfal por Italia y lo más comentado de todos, su etapa en el Real Madrid.
El Inter y la final en el Santiago Bernabéu
En el verano del año 2008, José Mourinho fichaba por el Inter de Milán. En el país transalpino permanecería las dos siguientes temporadas para volver a poner a la escuadra neroazzurra entre los grandes de la Serie A... y también del Viejo Continente. Tan solo quince derrotas en los 108 encuentros en los que estuvo al frente del conjunto italiano y un título para la historia: 'La Orejona'.
Supercampeón de Italia y campeón del Calcio, para luego en su segunda campaña en el Inter lograr un nuevo Scudetto, una Coppa Italia y la deseada Champions. En su camino al olimpo europeo, Mourinho dejó por el camino al Barcelona, en aquella famosa noche de los aspersores, cuando el míster portugués dejó sin la deseada final en el Santiago Bernabéu al equipo blaugrana -vigente campeón de la competición entonces- y los valores del club culé se vieron retratados por su mal perder.
Así llegaría su gran día como estratega del Inter de Milán. En el que más tarde sería su estadio, José Mourinho se hizo con su segunda 'Orejona'. Además, lo volvía a lograr con un equipo que a principios de la temporada no se le daba como favorito, demostrando que sobre la pizarra pocos ha habido y hay como él. Pero aquel día también quedó marcado porque fue para él un nuevo principio. Un principio en el Real Madrid.
Bienvenido a la casa blanca
Seis días más tarde de ganar la Champions League con el Inter se anunciaba el fichaje de Mourinho por el club de Concha Espina. Ese 28 de mayo del 2010 dio inicio una nueva era en el conjunto merengue. El Real Madrid venía de años sin ser capaz de pasar de la ronda de octavos de final de la máxima competición continental. La llegada del luso se veía con esperanza porque venía de ganarlo todo en Portugal, Inglaterra e Italia. El 31 de ese mismo mes de mayo era presentado en el Santiago Bernabéu.
En el equipo blanco permaneció durante las siguientes tres temporadas. Amado y odiado a partes iguales, Mourinho supuso en la historia del club un antes y un después en todos los aspectos. Su principal lunar fue no poder conseguir ganar la Champions League, llegando de forma sucesiva a las semifinales del torneo continental. Quedando a las puertas, sí, pero con un tinte de injusticia en todas ellas, ya fuese por polémicas arbitrales o por tandas de penaltis que se convierten en la peor de las condenas.
178 partidos oficiales son los que estuvo al frente The Special One en el Real Madrid. Su balance fue de 128 victorias, 28 empates y tan solo 22 derrotas, con un porcentaje de 71,91 de partidos ganados. Pese a que ha tenido que soportar la etiqueta de defensivo durante toda su carrera, lo cierto es que en el club blanco firmó sus mejores datos goleadores: 475 a favor por 168 en contra -más 307-. Además, aunque no ganase 'La Orejona', sí que logró llevarse una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa de España.
La Liga de los récords
Recientemente, el luso se acordaba de su etapa en el Real Madrid. "La gente a veces olvida las cosas porque la Champions League es algo global, pero nosotros ganamos la Copa del Rey en España y La Liga de los récords. La Liga de los 100 puntos. Para ganar una Liga con 100 puntos hay que ganar muchos partidos, y además conseguimos el récord de goles marcados", decía un José Mourinho que no se olvida del equipo merengue.
La Liga de los 100 puntos supuso un antes y un después. Nunca ningún equipo había logrado sumar tantos puntos en una misma temporada, ni tampoco tantos goles para conseguirlo. Una brillante campaña en la que Mourinho a golpe de meritocracia se hizo con el cariño de la mayor parte del madridismo. Pese a que muchos se les haya olvidado tal gesta que ningún otro ha podido igualar, el portugués firmó la mejor temporada nunca antes vista en La Liga, ni siquiera el todopoderoso Barça de Guardiola y Messi pudieron hacer frente a este Real Madrid que logró pasar a la historia.
De Guardiola a Casillas
Escudado por un batallón de guerreros y con jugadores como Álvaro Arbeloa o Xabi Alonso como sus principales aliados en el vestuario, José Mourinho consiguió desbancar al eterno rival, siendo el principal promotor de la caída del Barcelona de Pep Guardiola, quien vio en Mou a su gran contrincante tanto dentro de un terreno de juego como en las salas de prensa. Para el recuerdo una declaración del de Sampedor, en el que no pudo evitar la crispación: "En esta sala él es el puto jefe, el puto amo y no quiero competir en ningún instante. Sólo le recuerdo que hemos estado junto cuatro años. Me conoce y le conozco. Si se quiere quedar con los amigos de Florentino Pérez y la central lechera pero yo he trabajado cuatro años con él".
La batalla entre dos de los mejores estrategas del siglo XXI tuvo su continuación en Inglaterra. Con el paso de los años, el respeto entre ambas figuras ha ido quedándose instaurado, no así entre el propio José Mourinho e Iker Casillas, al que tuvo a sus órdenes en el Real Madrid. El portugués fue el primero de los valientes que se atrevió a sentar al guardameta de Móstoles. El portero, internacional por entonces con la selección española, originó el movimiento contra el luso. Con miles de aficionados a sus espaldas y el poder de ser una leyenda en el club, Casillas y Mourinho protagonizaron los momentos más tensos de la última década en la casa blanca.
El gran estigma del entrenador fue, precisamente, sentar a uno de sus jugadores. Pese a estar en todo su derecho de preferir a Adán, a Diego López o a cualquier otro, fueron muchos los que demandaron que la titularidad debía ser innegociable para Casillas. Tiempo después se ha demostrado que para la sana competitividad debe primar que juegue quién mejor esté, pero eran otros años y Mourinho siempre fue un adelantado a su tiempo.
Destitución en el Manchester United
Después de su etapa en el Real Madrid, el de Setúbal puso rumbo a su querida Inglaterra. Primero para regresar al Chelsea donde aún hoy es uno de los más queridos y después para sentarse en el mítico banquillo de Old Trafford. En su primera temporada en el Manchester United ganó tres títulos: la Community Shield, una Copa de la liga y una Europa League.
Sin embargo, la segunda campaña no comenzó de la mejor manera para el técnico portugués. Líos con varios futbolistas, Pogba a la cabeza, malos resultados y una destitución temprana a finales del pasado 2018 han acabado por dejar a José Mourinho disfrutando de unas improvisadas vacaciones y estudiando cuál será el siguiente paso en su notable carrera.
¿Qué será de José Mourinho?
Desde que se anunciase su total desvinculación con el equipo de Manchester, varios son los clubes con los que se ha vinculado al técnico luso. Benfica, Inter de Milán, Paris Saint-Germain o Bayern Múnich son solo algunos de los nombres de la lista. Una lista en la que destaca uno sobre el resto: el Real Madrid. Desde el Santiago Bernabéu se continúa confiando en Santiago Solari, pero el balance se hace a final de temporada y todo puede pasar. ¿Volverá a sentarse Mourinho algún día en el banquillo madridista?
[Más información: Desde Inglaterra afirman que Mourinho podría entrenar al PSG]
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