Según el Daily Telegraph, el Chelsea está furioso con las recientes declaraciones de Thibaut Courtois acerca de su salida del club londinense. El guardameta belga firmó por el equipo de Concha Espina el 9 de agosto de 2018 después de varios meses de tira y afloja entre el portero y la dirección de los blues.

Courtois no estaba contento en Londres desde el punto de vista humano. Vivir en la capital inglesa hacía complicado que pudiera ver a sus hijos. Desde marzo, en el Chelsea conocía el deseo del belga de ser traspasado en la siguiente ventana. Pese a todo, según la perspectiva del club de Abramovich, eso no evitó que saliera en público y afirmará que estaba comprometido al cien por cien con el equipo entrenador por Conte en aquel momento.

Llegado ese punto, en Inglaterra se plantearon la posibilidad de no hacer ningún tipo de operación y obligar al actual guardameta del Real Madrid ha pasarse doce meses en el banquillo, aunque finalmente esa opción fue desechada.

Ambas partes estaban hartas de esta situación. Courtois también se planteó ir a la huelga. Pensaba en abandonar la disciplina y no acudir a los entrenamientos hasta que le aseguraran un movimiento hacia el Madrid.

"En marzo, Marina y yo tuvimos una reunión en la que indiqué que me quería ir. Vivir en Londres y el calendario de la Premier League hacían imposible que viera a mis hijos, que viven en Madrid", narró el futbolista internacional

"¿Qué pasó? Tras la Copa del Mundo, una salida no era tan inminente como antes. Los posibles recambios eran demasiado caros", continuó. Alisson, el actual portero del Liverpool, era uno de los objetivos para ocupar su puesto, pero la Roma pedía muchísimo dinero y se convirtió en una incorporación inviable. Finalmente el relevo de Courtois en su antiguo club fue el español Kepa Arrizabalaga. El vasco llegó a Stamford Bridge por 80 millones de euros.

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