Primer asalto entre un Madrid con ganas de venganza y un Barça de colmillo retorcido

Ambos equipos se ven las caras en el Camp Nou en la ida de las semifinales de la Copa del Rey.

5 febrero, 2019 23:38

Jorge Pacheco @jpachecom_

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Pistoletazo de salida al carrusel de Clásicos. Como si los tiempos de Mourinho y Guardiola hubieran vuelto, el Real Madrid y el Barcelona se medirán hasta en tres ocasiones en menos de un mes y este miércoles se vivirá el primer capítulo. El escenario será el Camp Nou y el objetivo de ambos equipos no es otro que dar un golpe de efecto para hacerse con el billete para la final de Copa del Benito Villamarín. Hacía cinco años que no se veían las caras en el torneo del KO, seis en eliminatorias, pero El Clásico vuelve a la Copa.

Mucho han cambiado Madrid y Barça en estos ocho años desde el último rallies de Clásicos, empezando por los banquillos y acabando por los palmarés de ambos, brillando en especial cuatro Champions en las galerías del Santiago Bernabéu. Aquellos partidos se vivieron casi como una guerra y aunque las aguas llegan más calmadas en esta ocasión amenazan con embravecerse ante todo lo que hay en juego.

Pendientes de Messi, Bale y Vinicius

Dos grandes incógnitas rodean este Clásico: ¿estará Messi? y ¿jugará Bale o Vinicius? El argentino llega muy justo al partido tras recibir un fuerte golpe en el muslo derecho frente al Valencia y su participación no se decidirá hasta última hora cuando hablen Valverde y el propio jugador. En el bando blanco, parece seguro que jugará Lucas Vázquez, que descansó ante el Alavés, y la banda izquierda se la disputarán Bale y Vinicius. El galés es un seguro por su trayectoria y ha vuelto a gran nivel de su lesión, pero el impacto del brasileño amenaza su puesto y es que todos quieren ver a la sensación del momento.

Vinicius y Reguilón celebran un gol del Real Madrid. Foto: Twitter (@sergio_regui)

La baja de Dembélé, que se ha quedado fuera de convocatoria, es -a excepción de lo que ocurra con Messi- la única gran baja del encuentro para Valverde, que podrá echar mano de Coutinho. Por su parte, el Madrid llega con todo. Este martes se ejercitaba la plantilla al completo y Solari se enfrenta a su lista más complicada. Tendrá que hacer cinco descartes -además de Altube y Vallejo- y existe la posibilidad de que Isco sea uno de ellos.

El último precedente entre ambos equipos se remonta al pasado mes de octubre. Un partido que acabó 5-1 para los culés y que supuso el canto de cisne de Lopetegui. Pero aquel Clásico no es un espejo donde mirarse por todo lo que han ido evolucionando ambos equipos. El Real Madrid se encuentra en plena subida tanto en juego como en resultados, mientras que las dudas han rondado al Barça en los últimos partidos tras empatar ante el Valencia. El que salga victorioso de este carrusel podrá meterse en la primera final de la temporada y dar un golpe en La Liga, ya sea para consolidarse en el liderato o acortar la distancia.

Messi, atentido por los servicios médicos del Barcelona en el partido de La Liga ante el Valencia Quique García EFE

La eliminatoria copera llega, sin embargo, con un punto de ventaja para los culés y es el del calendario. LaLiga ha enseñado sus cartas y estas van en contra de un Madrid que tendrá dos días menos que el Barcelona para descansar y preparar el cruce. Escuece sobre todo en el caso de la vuelta, ya que el Madrid tendrá esa semana libre, pero no jugará hasta el domingo a las 20:45 horas, mientras que el Barça, con Champions el martes, jugará el sábado a las 16:15 horas.

El VAR, protagonista invitado

Y hablando de polémica, todas las miradas estarán puestas en el VAR. El polémico De Burgos Bengoetxea -azote arbitral del madridismo- estará al cargo de la sala de videoarbitraje, mientras que Mateu Lahoz mandará a pie de campo. En los últimos partidos, el Barcelona se ha visto claramente beneficiado por los árbitros y el VAR no ha hecho más que sacar a relucir aún más los favores que conceden estos a los culés. Quién sabe cómo iría esta Liga si los colegiados no se hubieran inclinado del lado azulgrana en un puñado de ocasiones, pero el Madrid tiene ganas de mantenerse en la pelea.

Lo que quieren todos los aficionados es que el Camp Nou viva un gran espectáculo futbolístico y no se aproveche la ocasión para politizar El Clásico. El CDR Barça ya prepara un aquelarre independentista con esteradas y pitos al Madrid, pero el fútbol ha de ser el protagonista. El choque tiene todos los ingredientes y una cita así no se merece quedar manchada por aspectos extra deportivos.