El FC Barcelona podría vivir una situación muy preocupante en los próximos años debido a los altos salarios que abona cada temporada a sus jugadores. Sin embargo, sus directivos parecen más preocupados en sortear los obstáculos que les ponen las instituciones que de poner una solución.
Las altas cuotas de deuda que está alcanzando la entidad azulgrana podría costarle una sanción económica que repercuta en los fichajes de cara a próximas temporadas. El último lo descubrió hace unos días el diario El País cuando publicó que el Barça había acudido a dos fondos de inversión americanos, Pricoa y Baring, para la obtención de 140 millones de euros, algo que les podría salir muy caro por los intereses que conlleva la operación.
El Barça, que años atrás ha presumido de tener unas cuentas saneadas, no parece atravesar su mejor momento. Los altos salarios a los que tiene que hacer frente el club son una de las causas que ha descuadrado su presupuesto.
214 millones camuflados
Para continuar compitiendo, los azulgrana tienen en marcha una compleja ingeniería fiscal que le permite apuntar unos ingresos de explotación cercanos a los 900 millones de euros. El club suma 686 millones entre ingresos de socios, estadio, amistosos, retransmisiones y marketing. Los millones restantes hasta los 900, Bartomeu y su junta directiva los camufla apuntando los ingresos por jugadores como ingresos de explotación, según el portal Merca2.
En la temporada 2017/18 salieron de la tesorería del Barcelona cerca de 130 millones de euros más de los que entraron. Curiosamente, una cifra muy cercana a los 140 millones que tuvo que buscar en Estados Unidos. Aun así, el conjunto azulgrana aseguró que se trataba "de un balón de oxigeno para el club en materia de fichajes" y no una "necesidad de hacer caja".
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