Todo imperio cae algún día y al del Real Madrid le tocó este martes. Tres Champions consecutivas, cuatro en cinco años y ocho semifinales seguidas después, el club blanco cayó eliminado en Europa en octavos de final frente al Ajax. Fue un final trágico. Remontada en la eliminatoria y goleada en el Santiago Bernabéu. El culmen a una semana negra en la que se dijo adiós también a la Copa y La Liga.
El fin de ciclo es un hecho. El Real Madrid se ha despedido de la temporada en marzo y, por delante, tiene varios meses para preparar el siguiente curso y la consiguiente revolución a llevar a cabo tras la debacle. Cambio de entrenador, estrellas que podrán punto y final a su carrera de blanco y refuerzos importantes al equipo. Pero, ¿qué ha llevado al equipo a estar en punto muerto esta temporada?
El paso atrás de las estrellas
El Real Madrid de las tres Champions será recordado como un equipo de leyenda. Cualquier aficionado podrá recitar casi de carrerilla los integrantes de un vestuario que lo ha conseguido todo. Es justo darles su reconocimiento, pero la realidad es que esta temporada varios de ellos han dado un paso atrás. Muchos han perdido su sitio y otros lo rozan rindiendo a un nivel muy por debajo del que acostumbran.
Isco y Keylor fueron los primeros y les siguió Marcelo. El de Bale es el caso más grave por el rol que se le dio en verano y que no ha cumplido. Tampoco Asensio ha estado a la altura de las circunstancias y tanto Kroos como Casemiro se han quedado atrás. Solari les quitó, pero la culpa le corresponde por no haberles recuperado. Todo el peso recayó sobre Vinicius, su gran acierto, pero el bloque se rompió.
Las malas decisiones de Solari
Lopetegui fue despedido por llevar al Madrid a una crisis de la que Solari no ha sido capaz de sacar. El argentino dio tintes de mejoría, recuperó la ilusión, pero también por ello ha sido más dolorosa la caída. Ha tenido errores graves en su manejo del vestuario. Apartó a un puñado de estrellas y no las trajo de vuelta, pero también se olvidó de otros valores del equipo como Mariano, Ceballos u Odriozola.
Al final, acabó apostando solo por 14 jugadores en una semana decisiva y lo pagó caro. Un equipo roto y mal administrado. Muchos jugadores desenchufados y otros agotados. Además, tampoco tuvo el pulso necesario en las fechas claves para improvisar sobre la marcha y salir ganando ante los grandes.
La salida de Cristiano
El Madrid ha acabado pagando caro la espantada de Cristiano Ronaldo. El portugués quiso salir y el club le abrió la puerta. Con su marcha dejó un enorme legado de goles cada temporada y la gran responsabilidad a sus compañeros de cargar con ellos. El Madrid decidió confiar en lo que tenía, razones había. Pero no salió bien.
Bale ha sido la gran decepción de la temporada, fallando estrepitosamente en su función de ser el líder del equipo como lo fuera el portugués, Benzema no apareció en los días importantes pese a su buen año y la aportación de goles de Asensio, Lucas y Mariano no ha sido la esperada. Faltó un goleador nato. Lo intentó Vinicius, pero el brasileño aún ha de corregir su definición, su único 'pero'.
Superados fisicamente
El Madrid lleva luchando a contracorriente toda la temporada. Empezó con varios de sus puntales fatigados por el Mundial (Modric, Varane...) y le siguió una mala planificación de Lopetegui y su cuerpo técnico. Muchas lesiones en varios tramos de la temporada y jugadores con idas y venidas por culpa de ellas (Bale, Llorente, Mariano...).
Con Solari volvió Pintus a los mandos y el equipo mejoró físicamente. Sin embargo, el argentino ha acabado contando con muy pocos de sus jugadores y lo ha pagado caro. No rotar se ha notado sobre todo en futbolistas como Kroos o Casemiro que estaban al límite en esta semana tan decisiva.
El Madrid perdió la flor
Contra el Ajax, todo lo que podía salir mal, salió mal. Tres lesiones, dos palos, un error grave del VAR, el resbalón inoportuno de Benzema, etc. Muchas cosas que se escapan de las manos de lo propiamente futbolístico y que llevan afectando al club durante toda la temporada. Con Lopetegui se tuvo mucha mala suerte. En el recuerdo está aquel palo de Luka Modric en El Clásico del Camp Nou con 2-1 en contra que pudo cambiar todo. El partido terminó 5-1. Todos los campeones cuentan con su cuota de suerte y el Madrid la perdió esta temporada.
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