El Real Madrid está muy tocado tras todo lo que sucedido en la última semana. Seis días negros que tiraron abajo toda la temporada del equipo y que se podrían saldar en los próximos días con el despido De Santiago Solari. El vestuario está dolido ante una situación prácticamente nueva como es 'acabar' la temporada a comienzos de marzo.
Por delante quedan meses de competición que se pueden hacer muy largos para el madridismo y para el propio equipo. Moralmente hundidos, se busca un pilar al que agarrarse y ese es Sergio Ramos. El capitán es más capitán que nunca y no va a permitir que su barco se hunda. Desde que lleva el brazalete es la primera vez que se encuentra ante una crisis de tal dimensión y está mostrando la fortaleza que se necesita en su papel.
Una charla con mucho significado
Ramos ha encabezado la conjura blanca. El capitán mantuvo una dura charla con el vestuario. Una charla en la que dejó claro que quien no esté comprometido "que abandone el barco". No quiere ni más relajaciones ni que el equipo se deje llevar en lo que queda de temporada. Hay algo muy importante que limpiar y es la imagen del equipo. No habrá títulos ya en juego, pero sí el orgullo como ha querido resaltar el camero.
Señaló a Isco por su actitud
Lideró una charla sin Solari y señaló directamente a Isco. El capitán le recriminó que no se subiera al autobús con sus compañeros antes del partido contra el Ajax tras conocer que era uno de los descartes. No gustó por el poco compromiso y el poco respeto hacia sus compañeros que mostró. Isco se disculpó. Reconoció que no debe tener esos gestos con sus compañeros, solo por su ruptura total con Solari. Lo que pase con el entrenador es independiente a su relación con el vestuario.
El capitán imparte ejemplo
Pero los gestos de Ramos con sus compañeros no han quedado ahí, ya que también ha dado ejemplo de compromiso en las últimas concentraciones. Frente al Ajax, pese a estar sancionado, se concentró con el equipo desde el día antes. Igual que contra el Valladolid, también sancionado, pero se subirá este domingo al avión junto al resto de la expedición. Quiere ser uno más.
De cara al público, Ramos es igual de capitán: trató de acercar a la afición en un momento tan difícil con los llamamientos en redes para congregar al madridismo antes de los partidos contra el Barcelona y el Ajax. También sus mensajes de autocrítica tuvieron calado y lideran el cambio de imagen que necesita dar el equipo. Un ejemplo es cuando resaltó con dureza la falta de gol del equipo tras El Clásico. Sopla el viento en contra en el club Chamartín, pero hay capitán de sobra para mantener a flote la nave.