La segunda era de Zidane en el banquillo del Real Madrid comienza oficialmente este sábado frente al Celta. Por delante, hasta 11 partidos para iniciar la reconstrucción de su equipo después de los fracasos de Lopetegui y Solari esta temporada al frente.
Las opciones de título son mínimas, separándole al Madrid 12 puntos del Barcelona en Liga, pero eso no impide que Zidane haya pedido a su equipo dar la cara. Hay mucho en juego de forma interna para ir definiendo desde ya el futuro blanco para la próxima temporada.
Recuperar a jugadores claves
La llegada de Zidane fue un alivio para varios jugadores que estaban sentenciados con Solari (Isco, Marcelo, Asensio...) y para los que solo iban cuesta abajo en las últimas semanas (Kroos o Casemiro). Zidane empieza de cero y así se lo comunicó a todos en su primer entrenamiento, para bien o para mal. Este grupo de jugadores debe ahora responder a la oportunidad que le ha dado el técnico galo.
Reforzar la segunda línea
Pero no solo los jugadores claves han de dar un paso adelante. Después de que Solari solo apostara por un grupo reducido de su vestuario, el banquillo blanco se ha debilitado. Poco tiene que ver con aquella segunda unidad que se hizo con La Liga en 2017 con Zidane al frente. Ceballos, Nacho, Odriozola, Mariano, Brahim... tienen que convencer y aprovechar los minutos que tendrán. Lo bueno que tiene Zidane es que podrá probar a todos hasta junio y ver a sus jugadores sobre el campo.
Definir la lista de salidas
De los dos puntos anteriores dependerá el tercero. Hay jugadores claves que se la juegan tras estar casi sentenciados, especialmente Isco y Marcelo. De los suplentes, muchos tienen que convencer (Ceballos, Mariano...). Zidane no tiene nada decidido todavía y medirá a sus jugadores en los dos meses que quedan hasta el final de temporada. Desde ya empezará a dibujar su plan de bajas para llevar a cabo la revolución que necesita la plantilla blanca. Varios serán los sacrificados, pero todos ellos tendrán la oportunidad de probar que merecen tener un hueco en la plantilla para el año que viene.
Devolver la mentalidad ganadora
El Madrid es un equipo ganador y en los últimos tiempos no ha sido la imagen que ha profesado por el campo. El mensaje de Solari no caló y la culpa estuvo, en gran parte, en varios mensajes que mandó desde rueda de prensa como su famoso "no hay que subestimar los empates". La falta de sintonía con el vestuario terminó de romper toda esperanza merengue. Zidane ahora tiene la misión de ganar todos los partidos y recuperar esa imagen de equipo temible y que con él, en los últimos tres años, daba la sensación de saltar al campo con un punto de ventaja sobre su rival.
Reconciliación con la afición
La mala temporada del Real Madrid provocó primero la desconexión de la afición y después el enfado con las eliminaciones en Copa y Champions. Pitos en el Santiago Bernabéu y reproches a los jugadores. Sin embargo, de golpe, todo ha cambiado con la vuelta de Zidane al club. Ahora la ilusión vuelve a reinar entre el madridismo que confía en revertir la situación de cara a la próxima temporada. Para Zidane, será muy importante reconciliar al equipo con la afición y volver a remar todos en la misma dirección.
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