Muchos recordarán a Rubén González como uno de los miembros del mítico Real Madrid de los 'Zidanes y Pavones'. El gallego ya está retirado y ha aprovechado para valorar en AS la situación de dos de sus exequipos justo antes de enfrentarse en el campeonato liguero, el Madrid y el Celta.

En primer lugar habló sobre la vuelta de Zidane al banquillo blanco:"Podía esperarse y creo que es la mejor decisión que podía adoptar el club. Volver a ilusionar y enganchar de nuevo a la afición. Zidane conoce a los jugadores y me imagino que vendrá con poder para confeccionar un equipo de cara a la próxima temporada".

Preguntado acerca de las razones que han llevado al francés a una posible vuelta, Rubén lo tiene claro: "Me imagino que por las ganas de volver a entrenar, el amor hacia el club y, sobre todo, por la relación familiar con el presidente".

Durante su etapa en el club blanco, el exfutbolista también compartió vestuario con el entrenador que dejo su puesto a Zizou, Solari, y sobre su aventura en el Madrid el gallego consideró que fue "breve. Intentó poner su sello dentro del equipo, tomando decisiones arriesgadas, como enfrentarse a jugadores que necesitaba el equipo y el club. Creó un ambiento un poco enrarecido en el vestuario y eso al final le pasó factura".

Ya cuando jugaban tenían pinta de entrenadores

Rubén fue preguntado por la época de jugador de Solari y Zidane y sobre si ya les veía como potenciales entrenadores: "Los dos tenían personalidad para hablar dentro del grupo y para que sus compañeros les siguiéramos. También con gestos. Ya se les veían maneras. Solari tenía un carácter más extroverdido, más argentino, y Zidane era más introvertido, pero con pocas palabras conseguía que la gente confiara en él".

Por último sorprendió a la hora del elegir el equipo con el que va el sábado: "Con el Celta porque necesitamos muchísimo más los puntos. En otra situación quizás tuviera el corazón dividido".

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