La vuelta de Zidane ha reestructurado por completo el vestuario blanco. Después de que Solari sentenciara a un puñado de sus jugadores, el técnico francés ha decidido hacer borrón y cuenta nueva para bien y para mal. En su primer partido apostó por varios de los señalados (Isco, Marcelo...) y dejó en el banquillo a algunos de los que habían brillado antes, como Reguilón.
La titularidad de Marcelo fue muy significativa, no porque Zidane no confíe en Reguilón, sino porque deja claro que quiere recuperar a Marcelo. De hecho, al brasileño se le vio mucho mejor que lo venía demostrando en sus últimas apariciones con Solari antes de quedar relegado al ostracismo.
Reguilón se quedó en el banquillo en un partido de Liga, algo que solo había ocurrido en una jornada (la del Girona) de las diez anteriores al choque contra el Celta. "Nunca me he sentido titular en este equipo", dijo esta semana Reguilón sobre su situación. Sabe que por delante tiene a Marcelo, una insignia de este equipo, pero es una realidad que le quitó el puesto al brasileño y no solo por demérito del segundo capitán blanco.
Otra oportunidad para Marcelo
El futuro del lateral izquierdo del Real Madrid pasa por Marcelo y Reguilón. La continuidad del brasileño peligraba hasta la vuelta de Zidane, pero con el francés su salida se ha enfriado. La Juventus sigue interesada, pero sabe que prácticamente ha perdido toda opción de ficharle. Con quien nunca hubo dudas de su futuro era de Reguilón. Se había ganado seguir por méritos propios y así será con Zidane.
El Real Madrid no va a dejar escapar a Reguilón, aunque Marcelo siga. Su rendimiento ha estado muy por encima del esperado para un canterano en su primer año en el primer equipo. Se ha ganado el cariño de la afición y el club le ve como el futuro recambio de Marcelo en una posición que en la última década ha estado confiada prácticamente a un solo jugador.
Reguilón, la competencia que nunca tuvo Marcelo
Reguilón consiguió lo que no pudieron hacer ni Theo, ni Danilo, ni otros salvo el mejor Coentrao durante un breve periodo de tiempo con Mourinho. Marcelo ha sido dueño y señor del carril izquierdo desde la marcha de Roberto Carlos, pero el bajón físico de esta temporada, unido a la explosión de Reguilón, acabó relegándole al banquillo de forma continuada.
La llegada de Zidane le da la oportunidad de reivindicarse. El primer partido fue para él, pero todo apunta a que el francés rotará hasta final de temporada y querrá probar a Reguilón. No se moverá del Madrid, pero sí podrá producirse un relevo entre Marcelo y el canterano de forma más natural y no tan precipitada como se tuvo que dar esta temporada.
Reguilón acepta su rol. No se siente titular, pero tampoco es suplente. Es el futuro del equipo y la competencia que necesita Marcelo y que siempre ha querido Zidane para todos sus 'titularísimos'. Theo llegó en verano de 2017 como el encargado de ello, pero no funcionó como se esperaba. Reguilón sí ha cumplido con su rendimiento. Ahora será turno del francés de encontrar el equilibrio entre tratar de recuperar la mejor versión de Marcelo y no frenar la progresión de un Reguilón que está preparado para lo que se venga, como la reciente llamada de la Sub21.
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