Varane ha hecho saltar las alarmas. Lo que comenzó como una información que salía desde Francia, está cobrando cada vez más fuerza. Varane duda sobre su futuro y se plantea su continuidad en el Real Madrid. Tras ocho años de blanco y una temporada complicada estudiará qué hacer de cara al curso que viene.
Varane va en serio. En el vestuario incluso ya le habría comentado a alguno de sus compañeros sus intenciones y con su última aparición en público no ha hecho más que alimentar los rumores. "No tengo ganas de hablar de mi futuro", dijo en una entrevista a Le Parisien. Además se excusó sobre su carácter, después de que se dijera que ha estado más ausente por pensar en su futuro: "No sería yo si me pusiera a gritar y a dar golpes contra la pared", explicó. Pero de ahí no pasó la cosa.
El propio jugador no ha desmentido nada y en el Real Madrid preocupa. Es un jugador al que se le considera clave en el proyecto. Llegó siendo un niño y ya se ha convertido en uno de los mejores del mundo en su sitio. Quizás no haya dado el salto que se esperaba esta temporada, la primera como uno de los capitanes, pero se le ve como un futuro líder.
Su salida obligaría al fichaje de otro central con recorrido, además de la llegada de Éder Militao. Aunque el Madrid tiene claro que si tiene que desprenderse de Varane, no lo regalará. Su cláusula de rescisión es de 500 millones de euros, por lo que es el club blanco el que tiene la sartén por el mango pese a que el jugador se decidiera finalmente a salir.
Varane todavía no ha tomado una decisión final, pero el Real Madrid se agarra a una persona para hacer recapacitar al zaguero: Zinedine Zidane. El técnico blanco siempre ha sido el principal valedor de Varane en el Real Madrid. Fue quien recomendó su fichaje en el verano de 2011 cuando era solo un adolescente que militaba en el Lens de la segunda división francesa. Siempre ha sido muy cercano a su compatriota y clave en su maduración cuando tenía poco protagonismo a la sombre de Sergio Ramos y Pepe.
Zidane fue quien asentó a Varane en la titularidad. En la temporada 2016/2017 le quitó el puesto a Pepe, quien acabaría saliendo ese verano. Varane jugó la final de Cardiff, que le terminó por consagrar como uno de los mejores en su sitio de la mano de Zidane.
"Le aprecio como persona y como técnico. Ha sido alguien muy importante para mí", decía este jueves Varane sobre su entrenador. Si hay una voz autorizada para convencer al central ese es Zidane. Una figura en la que siempre se ha fijado Varane y del que adopta sus métodos. "Transmite un enorme respeto en un vestuario como el del Madrid sin gritar", añadía en esa misma entrevista a Le Parisien.
Una vez conocida la noticia, llega la hora de la reflexión. Ofertas no le faltarán a Varane, que cuenta con pretendientes atractivos como el PSG o el Manchester United. Pero el Madrid es su casa, el lugar en el que podrá convertirse en una leyenda como se convirtió Zidane. O eso le tratará de hacer ver el técnico.