Este miércoles 3 de abril el Real Madrid jugará ante el Valencia el partido correspondiente a la jornada 30 de La Liga. El conjunto blanco visita el estadio de Mestalla con el objetivo de alargar la racha de victorias consecutivas que acumulan desde el regreso de Zinedine Zidane.
Precisamente la primera etapa del técnico francés en el banquillo merengue se inició tras un duelo en el campo de los chés. El 3 de enero de 2016, el Madrid llegaba a feudo valencianista con el futuro de su entrenador, por aquel entonces Rafa Benítez, en entredicho.
El madrileño había logrado hasta la fecha 17 victorias, dos empates y tres derrotas. El problema es que una de esas derrotas fue un doloroso 0-4 ante el FC Barcelona. Eso, sumado a la clara falta de sintonía entre Benítez y el vestuario, provocó su destitución. El Madrid empató a dos ese partido contra el Valencia, y un día después fue anunciada la llegada de un nuevo técnico: Zidane.
La trayectoria del legendario exjugador galo por los banquillos se resumía en una temporada como segundo entrenador de Carlo Ancelotti y poco menos de dos años en el filial, el Castilla, donde tampoco alcanzó los objetivos. Fue una apuesta arriesgada, pero el tiempo dio la razón al Real Madrid. Tres años y tres meses después, los blancos regresan a Mestalla, y muchas cosas han cambiado desde entonces.
Vuelta a la grandeza
El gran aval de Zidane en su primer paso por el banquillo merengue no es otro que los títulos, lo que siempre ha primado en los equipos que grandes. Ni más ni menos que nueve entorchados logró en las dos temporadas y media que estuvo antes de su marcha el pasado verano.
Una Liga que no se lograba desde tiempos de José Mourinho, una Supercopa de España, dos Supercopas de Europa, dos Mundiales de Clubes y la gran joya de la corona: tres Champions Leagues consecutivas, algo inaudito desde hace más de 40 años.
Zidane llegó como un desconocido en lo que a su faceta como técnico y se refiere y salió por la puerta grande, como uno de los mejores entrenadores en la historia del club. Su buena gestión de vestuario, sumado a sus habilidades tácticas, le han hecho aumentar el palmarés del mejor equipo de la historia de manera considerable.
Eficiencia en los laterales
Durante varios años, el Madrid tuvo claros problemas en ambos costados de la defensa. La etapa de Mourinho, por ejemplo, supuso una constante búsqueda de un lateral derecho, puesto que quedó huérfano desde que Sergio Ramos pasara a ocupar el centro de la zaga.
Carvajal solventó este problema, aunque no del todo. Y es que no ha sido hasta la llegada de Álvaro Odriozola cuando ha habido la sensación de tener un recambio de garantías para el madrileño. El exjugador de la Real Sociedad partirá de nuevo como titular ante el Valencia, en una una oportunidad para lucirse.
Por otro lado, en la banda opuesta, Marcelo continúa, adía de hoy, como uno de los referentes del club, pese a que actualmente esté pasando por un mal momento. Era a la hora de encontrar un suplente para el brasileño cuando el Madrid tenía problemas. Sin embargo, la irrupción del canterano Sergio Reguilón ha subsanado esta búsqueda.
El descubrimiento de Casemiro
Aunque si ha habido un jugador cuyo papel ha cambiado trascendentalmente en el transcurso de estos años, ese ha sido Casemiro. El centrocampista brasileño llegó al club blanco en enero de 2013 procedente del Sao Paulo, y tras pasar media temporada en el Castilla, dio el salto al primer equipo.
En la campaña 2013/14 se destapó como un jugador de mucho futuro -inolvidable su papel en los cuartos de final de la Champions ante el Borussia Dortmund-, aunque necesitaba rodaje. Por ello, se marchó cedido al Oporto, donde jugó 41 partidos, marcó cuatro goles y repartió tres asistencias.
En el verano de 2015 regresó a la capital española, y pese a que Benítez comenzó a probarle como titular en ciertas ocasiones, no fue hasta con Zidane cuando se consagró. Hoy en día es una pieza fundamental para el juego de un equipo que, en las grandes citas, no se entiende sin él.
La ruptura de la BBC
Quizá el cambio más drástico que ha sufrido el Real Madrid con respecto a pasadas campañas ha sido la salida de Cristiano Ronaldo. El atacante portugués, uno de los mejores jugadores de la historia del club, marchó rumbo a la Juventus de Turín en busca de nuevos retos -y más dinero-.
Al luso le seguirá Gareth Bale este próximo verano. El galés no ha logrado adaptarse bien a un club que pagó alrededor de cien millones de euros al Totenham Hotspur para hacerse con sus servicios en 2013. Completamente desconectado y constantemente afectado por las lesiones, su marcha ya es un hecho.
De esta forma, la mítica delantera que tantas alegrías dio al Real Madrid en los últimos cinco años quedará reducida a la figura de Karim Benzema. El delantero francés quedará como único superviviente tras haber firmado una temporada bastante notable. Eso sí, la irrupción de jóvenes como Marco Asensio o Vinicius Junior, y el más que probable fichaje de algún 'galáctico', invitan a ver el futuro con optimismo.
[Más información: El once del Real Madrid ante el Valencia]
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