La de Raphael Varane se podría decir que es una de las carreras más meteóricas de la historia del fútbol. Desde llegar al Real Madrid con 18 años hasta ser un pilar de la Francia campeona del mundo con solo 25. Entre medias, cuatro Champions League y sin sinfín de títulos. Un caso a estudiar que ha recogido el libro 'Varane, el arte de ganar', escrito por Luca Caioli y Cyril Collot.
Varane empezó a dar sus primeras patadas a un balón de fútbol en el jardín de su casa en Hellemes-Lille junto a su padre Gaston y su hermano Anthony. Desde el club de su municipio (el AS Hellemes) dio el salto al Lens, teniendo que dejar su casa siendo un niño, y debitando con el primer equipo con solo 16 años. En el Lens comenzó a hacer ruido y entonces llegó la llamada de Zidane.
En el Real Madrid notó desde el momento de su aterrizaje la magnitud del club blanco: "Me di cuenta que ya no podía ir al cine a las ocho de la tarde. Cuando llegué al aeropuerto y vi tantos periodistas supe que el Madrid era otra cosa", recuerda de aquel entonces. Un salto a la fama difícil de asimilar para alguien tan joven, pero que consiguió gracias a la ayuda de su entorno.
Además, en el libro, Varane también habla de dos momentos claves en su carrera, para bien o para mal: "Ganar la Copa del Mundo ha sido el momento más especial de mi carrera porque es el sueño de cualquiera. Y el más duro perderme la Eurocopa de 2016 en mi país", cuenta.
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