Gareth Bale vive sus últimos partidos en el Real Madrid. Cinco partidos restan para que la temporada del club blanco acabe y con ella la etapa del galés en el Santiago Bernabéu. Está escrito. Club, entrenador y afición están de acuerdo en que su ciclo ha terminado y se le buscará una salida en verano. Un paso necesario en la reconstrucción que quiere llevar a cabo Zinedine Zidane para devolver al equipo a lo más alto.
Como si se tratara de un videojuego, Bale ha agotado sus vidas. Ya cuando regresó Zidane al banquillo estaba muy tocado por la situación del equipo, pero el técnico francés apenas tardó un par de partidos en terminar de sentenciar al Expreso de Cardiff. Jugó de los 90 minutos contra Celta y Huesca, pero lleva tres suplencias en los últimos cuatro partidos, dos de ellas consecutivas ante Leganés y Athletic. Apenas 30 minutos disputados en estos dos choques que le dejan fuera de los planes de Zidane.
Los minutos de Bale van para otros
Zidane ya ha tomado la decisión de que Bale no siga. Uno menos en el casting que está llevando a cabo desde su regreso y que también parece haber dejado por el camino a Ceballos y Marcos Llorente, otros que han dejado de contar para el francés. El motivo de las suplencias de Bale no es otro que Zidane no necesita verle sobre el campo como a otros. La decisión está tomada, mientras que jugadores como Asensio aprovechan los minutos para recuperar su mejor nivel y otros como Isco para tratar de convencer al entrenador.
En el Real Madrid se preparan para la inminente llegada de Eden Hazard, que ocupará el lugar que dejará Bale con su salida en verano. El belga está atado y su fichaje podría anunciarse incluso antes de que termine la temporada. El todavía jugador del Chelsea empujará a Bale a la rampa de salida y ya solo queda conocer cuál será el destino de Bale, quien buscaría un aumento de salario.
La afición castigó a Bale contra el Athletic
Pero no solo Zidane ha sentenciado a Bale, también lo ha hecho la afición. Bale solo jugó 21 minutos este domingo contra el Athletic, pero fueron suficientes para que el Santiago Bernabéu le mostrara la puerta de salida. Los pitos fueron constantes hacia el galés, quien contestó con un gesto de desaprobación dirigiéndose a la grada. Entonces llegaron algunos aplausos para apoyar a Bale que atraviesa seguramente el momento más complicado de su carrera. Un poco de cariño entre tantos pitos.
Y es que Bale hace tiempo que ha sido señalado por la afición que no quiere que siga la próxima temporada. Se han cansado en una temporada en la que el galés debía haber dado un paso adelante tras la marcha de Cristiano Ronaldo. No ha cumplido con las expectativas tras obtener la gran oportunidad que reclamó tras la final de la Champions League en Kiev. Bale termina su tiempo de blanco sin minutos y ante la desaprobación de la grada.
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