Solo quedan tres partidos para que el Real Madrid se despida de la temporada. De entre todos los jugadores del primer equipo, el que más ganas tendrá de que esto sea así es Gareth Bale. La recta final se ha convertido en un suplicio para los madridistas, pero en especial para el galés. Su cabeza está fuera, lejos del Madrid, desde hace varias semanas ya. Su partido contra el Rayo fue el mejor ejemplo.
Bale sabe que entre los planes del Madrid para el próximo verano está su salida. Van a llegar nombres importantes como Eden Hazard y para que el belga aterrice hay que hacerle hueco. La versión pública del entorno de Bale es que el jugador quiere seguir en el Real Madrid, así lo dijo su agente Jonathan Barnett, pero el propio futbolista y su representante son conscientes de que el Expreso de Cardiff no está en la lista de Zidane de los que tiene que seguir el próximo año.
La temporada de Bale no ha sido buena. No ha cumplido con las expectativas que había puestas en él el pasado verano, pero la situación se ha agravado en las últimas semanas. Con la decisión tomada acerca de su salida, el rendimiento del galés ha seguido disminuyendo con Zidane, quien ha sentenciado a Gareth del mismo modo que lo hizo también el Santiago Bernabéu en el partido contra el Athletic.
Bale, solo un gol con Zidane
Desde que Zidane regresó al Real Madrid, Bale solo ha marcado un gol. Lo hizo el pasado 16 de marzo contra el Celta, el primer choque con el francés en el banquillo hace ya mes y medio. Desde entonces acumula siete partidos seguidos sin marcar. Aquel atisbo de esperanza que se vio con Bale en el debut de Zidane frente al club gallego, ha desaparecido como el propio Gareth.
Bale volvió a jugar los 90 minutos contra el Huesca, pero entonces llegaron tres suplencias (Valencia, Leganés y Athletic) en cuatro partidos; sí salió de inicio ante el Eibar. Bale no destacó en ninguno de los encuentros y Zidane prefirió dar minutos a otros de sus jugadores como Marco Asensio o Lucas Vázquez. Bale ya estaba fuera de ese casting que está llevando a cabo el técnico francés y en el que todavía quedan algunas incógnitas por resolver, pero no Bale.
Aún así, Zidane le ha vuelto a dar dos oportunidades de forma consecutiva. Primero contra el Getafe, donde pasó por alto, y por último este domingo contra el Rayo. El partido de Vallecas era casi un ultimatum para el delantero galés. Sin Benzema, el gol era tarea suya y otra vez el equipo se volvió a quedar a cero. Su actitud fue muy criticada y no gustó al propio Zidane. El técnico francés no dio la cara por él, no supo qué decir cuando fue preguntado sobre si Bale está descentrado por la situación de su futuro.
Para rematar, Bale salió del Estadio de Vallecas por su cuenta. No se subió al autobús del equipo junto al resto de sus compañeros y puso rumbo al aeropuerto de Barajas. Tenía permiso del club, pero para muchos ha sido interpretado como el último gesto de que su cabeza está muy lejos del Real Madrid. Sentenciado por entrenador, club y afición, Bale afronta sus últimos partidos de blanco.
[Más información: Bale no volvió en el autobús con el equipo tras el partido contra el Rayo]