La temporada del Real Madrid se acaba. Quedan solo dos partidos de Liga para cerrar el curso y con ello se empezarán a producir las primeras salidas en el vestuario blanco. Zidane ha conseguido que alguno de los cuestionados hayan dado un paso adelante en estos dos meses que lleva ya en el cargo, pero no es el caso de Isco Alarcón, uno de los que se presuponía beneficiados por la vuelta de Zidane.
La situación de Isco se ha tornado preocupante y es que no ha conseguido despegar tampoco con Zidane. El malagueño no ha logrado recuperarse de su etapa en el ostracismo con Solari, que le terminó por desconectar de una temporada que ha sido demoledora para él. Se esperaba una reacción con Zidane que no ha llegado nunca y cada vez está más claro que su futuro apunta lejos del Real Madrid.
La caída en picado de Isco en minutos
Que Isco no haya sido capaz de remontar en esta parte final de la temporada se ha acabado notando en su rol con Zidane. Empezó siendo titular. Cuatro titularidades en los primeros cinco partidos desde que regresó el francés y dos goles ante Celta y Huesca. Muchos vieron la resurrección de Isco, pero se quedó en el intento. Su rendimiento volvió a ir a menos y en los últimos cuatro partidos ha sido suplente en tres de ellos (Athletic, Rayo y Villarreal, estos dos últimos de forma consecutiva). La sensación es que Zidane ha perdido la fe en Isco.
La pérdida de protagonismo del del Arroyo de la Miel con Zidane llega al tiempo que se siguen sucediendo más nombres en el mercado en la órbita del Real Madrid. Paul Pogba es el hombre del que todos hablan y la prioridad de Zidane de cara a la próxima ventana de traspaso. Pero el Real Madrid se ha ido dando cuenta de que quizás es necesario reforzar el centro del campo con otro fichaje, más allá de la galáctica llegada de la estrella del Manchester United, que, en ningún caso, será un fichaje sencillo.
Eriksen, Van de Beek y Ndombélé
Varios nombres se han ido sumando a la agenda del Madrid en las últimas semanas. El plan B a Pogba siempre fue Christian Eriksen. La opción del '23' del Tottenham es muy atractiva por sus cualidades y por su situación. Termina contrato en 2020, lo que facilitaría su salida en verano, y se le ve como el relevo del de cara al futuro de Luka Modric. Ese rol hasta hace no muchos meses parecía encomendado a Isco.
Mientras se trabaja en Pogba y Eriksen, hay otro jugador que ha irrumpido en escena y que habría despertado el interés del Madrid: Donny Van de Beek. El centrocampista holandés es el tapado de un Ajax y que poco a poco ha ido ganando el reconocimiento que se merece pese a estar a la sombra de Frenkie De Jong y Matthijs De Ligt. El Madrid todavía no ha hecho ningún movimiento Van de Beek, pero el Ajax se ha convertido en un río en el que es muy interesante pescar.
Por último, Zidane parece empeñado en el fichaje de otra pieza en el centro del campo, aunque con un perfil más defensivo. Los que suenan son Ndombélé, la última perla de la Ligue-1, y Kanté, quien resultaría muy complicado de sacar del Chelsea este verano. Lo que parece claro es que el Real Madrid mira al mercado para reforzar más aún la medular, independientemente del fichaje de Pogba, y eso deja a Isco pendiendo de un hilo y sin dar razones a Zidane para apostar por su continuidad. El tiempo se le acaba e Isco vuelve a mirar la hora desde el banquillo.
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