El verano está cada vez más cerca y con él la  ventana estival del mercado de fichajes estival. En esta línea, el Real Madrid continúa planificando la temporada 2019/2020 y el nuevo macroproyecto deportivo que encabezará Zinedine Zidane en Concha Espina. Los blancos buscan piezas nuevas con las que apuntalar su plantilla. Refuerzos que en las últimas semanas se centran en la figura de una estrella que lidere al equipo.

Con el cierre de la temporada, las especulaciones se han ido acelerando gradualmente en los últimos días. Sobre todo a raíz de las declaraciones que Mbappé realizaba el pasado domingo, dejando en el aire su futuro de cara a la próxima temporada. Y es que el delantero francés es, junto a Neymar, una de las joyas más codiciadas en las oficinas en las oficinas del Santiago Bernabéu. 

Después de que Kylian lanzase el órdago al PSG, exigiendo más responsabilidades en París, todas las especulaciones respecto a su futuro comenzaron a dispararse. Un efecto dominó que también afectaba a la situación de Neymar en París. Por primera vez el club francés podía empezar a plantearse la salida de una de sus dos estrellas. Momento en el cual el Real Madrid entra en escena, ya que cualquiera de los dos futbolistas es anhelado en Chamartín. 

Esta semana se preveía que el emir de Qatar y propietario del PSG, Tamim bin Hamad Al-Thani, viajaría de Doha a París para reunirse con Al-Khelaifi y la cúpula del club francés para tomar decisiones respecto al futuro institucional y deportivo del equipo. El máximo mandatario del conjunto parisino quería aprovechar su presencia en Roland-Garros, que se celebra estos días, para apaciguar los ánimos en torno a las figuras de Mbappé y Neymar.

Las explosivas declaraciones de Mbappé habrían provocado el desembarco con urgencia de Al-Thani. Anoche tuvo lugar el primer encuentro público entre el club y sus estrellas tras el órdago lanzado por Kylyan. Fue durante la gala anual de la fundación del PSG, la primera cumbre por el futuro de las dos estrellas. 

Al acto acudieron un total de 350 invitados, entre los que se encontraba, entre otros, la cúpula del PSG y el padre de Neymar. Mbappé no quiso situarse en ningún momento en el foco mediático durante el evento, llegando a situarse en un segundo plano durante la foto protocolaria con toda la plantilla parisina. 

El evento ganó protagonismo por el descontento mostrado por el francés en los últimos días. Y es que, en el PSG, solucionar está inestable situación se ha convertido en una cuestión de estado. Así lo demostró el club esta semana con el comunicado que ratificaba la continuidad de su estrella gala. 

Tal y como informó EL BERNABÉU, el Real Madrid permanece a la espera de la situación. Florentino Pérez busca un nuevo líder para el nuevo proyecto blanco que se avecina en Concha Espina, y la operación por alguno de los dos futbolistas, que parecían imposibles meses atrás, se podrían haber desenquistado  en los últimos días. 

Si no es Mbappé, puede ser Neymar. Las exigencias de Mbappé, implícitas indirectamente en su órdago al PSG, tendrían repercursiones inmediatas en la figura de Neymar. Algo que podría hacer que el club parisino dejé salir al astro brasileño el próximo verano.

De cualquier forma, el Real Madrid permanecerá a la sombra a la espera de nuevos acontecimientos. El club blanco no presionará ni acelerará la llegada de ninguno de los dos futbolistas al Santiago Bernabéu. En Concha Espina se trabaja a destajo por planificar la plantilla de la próxima temporada, pero con mucha cautela. El objetivo sigue siendo el de confeccionar un proyecto ganador, pero aún queda todo un mercado por delante. 

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