La temporada 2019/2020 está a la vuelta de la esquina. El próximo mes los equipos iniciarán los stages estivales de pretemporada y, a pocas semanas del inicio del mercado de fichajes, el Real Madrid ya sentó las bases del que será el nuevo proyecto blanco. 

Florentino Pérez, Zidane y los dirigentes del club quieren hacer que el equipo retorne a la senda del triunfo que les llevo a conquistar Europa, casi sin parar de hacer crecer las vitrinas del Santiago Bernabéu. Una dinámica que se había instaurado desde 2014, en Lisboa, hasta esta temporada.

Desde el club se ratificó la continuidad de jugadores como Ramos, Varane o Kroos; se situó a Bale, Isco, Ceballos y Llorente en la rampa de salida; y se planteó una lista de fichajes atrevida con Mendy, Militao, Rodrygo, Jovic, Eriksen, Pogba y Van de Beek. 

Los blancos quieren volver a triunfar en Europa con Zinedine Zidane en el banquillo. El club le entregó carta blanca y las llaves del nuevo proyecto para que ‘Zizou’ retornara a Chamartín, casi un año después de haber generado un terremoto en el club con su marcha. 

Un proyecto con pinceladas galácticas

La intención de la cúpula del Madrid es crear un equipo competitivo y ganador, utilizando una o dos pinceladas galácticas. Pinceladas que se proyectan en anhelos artísticos como Hazard, que será el primer fichaje estelar de los blancos; Neymar, codiciado en Concha Espina desde que jugaba en el Santos; y Mbappé, la joya de la corona del fútbol europeo. 

En el caso de Eden, su fichaje está casi cerrado a falta de oficialidad. Pero la postura del club respecto a las estrellas del PSG es prudente. El Madrid se mantiene a la espera, vigilante. No tomarán partido en las especulaciones que giran en torno a los dos cracks del fútbol europeo, como ya demostró Florentino durante su última comparecencia pública en Onda Cero. La estrategia es esperar acontecimientos.

Zidane creará otra 'unidad B' 

En esta línea, con las medidas ‘galácticas’ tomadas, el Madrid pasa a otro frente de ataque: la confección del fondo de armario. Para Zidane es importante poder disponer de una plantilla amplia, con una competencia feroz que mantenga a todos enchufados a la dinámica del equipo.

Este sería un objetivo que se conseguiría a través de fichajes como Mendy, Jovic, Eriksen, Van de Beek, Militao o Rodrygo. Estos futbolistas llegarían sin cartel de indiscutibles, teniendo por delante a pesos pesados merengues como Carvajal, Ramos, Marcelo, Modric, Casemiro, Kroos o Benzema. Una técnica que permitiría al Madrid doblar posiciones con una plantilla estelar.

Esta estrategia es clave para Zidane. Para competir por todos los títulos y, sobre todo, cumplir su objetivo de hacer que el Madrid vuelva a campeonar en Liga, además de conseguir regularidad en el rendimiento del equipo, hacen falta muchos efectivos que realicen, en su justa medida, su aportación óptima a la dinámica de grupo. 

Repetir el éxito de la 2016/2017  

Esto ya lo demostró 'Zizou' en su anterior etapa en el primer equipo blanco. Quizás se trate de la virtud que mayor brilló en Zidane: su gestión del vestuario. La última Liga de color madridista (2016/2017) se ganó bajo esta dinámica: con un once de élite y una 'unidad B' de garantías. Los Ramos, Modric y Cristiano se complementaban con los James Rodríguez, Morata y Lucas Vázquez; jugadores que no eran titulares pero se sentían importante en la dinámica del grupo. 

El fondo de armario durante aquella temporada era alargado. Los futbolistas se hacían mejores mutuamente con su rendimiento y esto permitió que el Real Madrid firmara un doblete histórico en España y en Europa. Algo que Zidane quiere recuperar, después de que en su última temporada en Chamartín su segunda unidad de élite se diluyera en forma de salidas que exigían más minutos. 

Este será el objetivo de doble filo de Zidane la próxima temporada, el arma y el reto que tiene por delante constituir. De su consecución dependerá, en gran parte, el éxito deportivo que tenga el nuevo megaproyecto deportivo que la cúpula del Real Madrid prepara desde hace meses. 

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